Encontrar información del gato sin pelo es un poco difícil, ya que poco se sabe de ellos. Pero según averiguamos, la primera vez que apareció el «gato pelao» en este planeta fue en 1966, en Canadá, por eso también se le conoce con el nombre de canadian hairless, canadiense sin pelo o gato esfinge.
Aunque esta mutación fue un poco rara, no es la primera: por ejemplo en México a finales del siglo pasado, sucedió lo mismo y nació el mexican hairless o gato sin pelo mexicano, reconocido únicamente en el país de origen.
El sphynx tiene una fisionomía bien extraña; sus orejas son muy grandes y la cara nos hace recordar a un duende.
La piel de este gato es, la mayoría de las veces, arrugada y al tacto es cálida y suave. Aunque pareciera que estuviera totalmente desnudo, tiene un pelaje muy corto que resulta muy difícil de ver y casi imposible de sentir. Pero no por eso es un felino «descolorido», porque tiene colores y dibujos. Por ejemplo, donde debería haber sido blanco la piel es rosa y donde debía haber sido negro la piel es gris oscura. El sphynx puede tener cualquier color y dibujo en su piel.
Este gato es de tamaño mediano, musculoso, con aspecto de bien alimentado, pero no por eso gordo. Su cola, larga y en forma de látigo, se estrecha de la base al extremo. Las orejas son muy grandes y anchas en la base.
Los ojos son grandes, tienen forma de limón y se inclinan ligeramente hacia la base de las orejas. El sphynx es un gato muy paciente, tolerante e inteligente.
Algunas características
– Cabeza: tiene una forma un poco triangular y sus orejas son grandes y abiertas. La cara tiene un poco de pelo y está provista de unos pequeños bigotes. Sus ojos son de color oro, verde o avellana.
– Cuerpo: es delgado, pero con un cuerpo musculoso, y su cola larga y delgada.
– Color: la piel (que en algunas zonas se transparenta) pueden ser de casi cualquier color.
– Carácter: es bastante sociable, cariñoso y resulta ser una excelente compañía.
– Hábitat: de preferencia debe vivir en una casa y en zonas con un clima cálido.
