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Después del fracaso de Almagro, nadie en el Perú quería venir a Chile. Pero tres años después del regreso de esta expedición, en 1539, Pedro de Valdivia -experimentado soldado y maestro de campo de Pizarro- le solicitó a su gobernador permiso para conquistar Chile. Pizarro accedió, nombrando a Valdivia teniente y capitán general; pero dejó en sus manos organizar y pagar la expedición.

Nadie entendía las razones por las cuales Valdivia renunciaba a sus bienes y emprendía un viaje hacia un territorio pobre y que era defendido con fiereza por sus habitantes. Por ello sufrió dificultades para armar su expedición, ya que le costó reclutar soldados y, además, su fortuna no le alcanzó y debió asociarse con un rico comerciante, Francisco Martínez. Y por motivos políticos tuvo que asociarse, también, con Pedro Sancho de Hoz, a quien Carlos V había concedido en 1539 la autorización para descubrir y gobernar las tierras situadas al sur del Estrecho de Magallanes.

En enero de 1540, Valdivia salió del Cuzco acompañado por apenas once soldados, algunas decenas de indígenas y una mujer española llamada Inés Suárez, siguiendo la ruta del desierto por la que había regresado Almagro. En esta segunda empresa se pretendía la conquista de Chile y la fundación de asentamientos estables, por lo que llevarían consigo semillas y animales domésticos.

Durante el trayecto, se le unieron a Valdivia algunos grupos de conquistadores que venían de fracasadas expediciones al interior de la actual Bolivia, siendo su capitán Francisco de Villagra.

Bordeando la orilla oriental del salar de Atacama, llegó a Copiapó, tomando posesión de él en nombre del rey, llamándole valle de la Posesión. Luego siguió viaje por los valles de Huasco, Coquimbo, Limarí, Choapa y Aconcagua.

Como este último estaba bajo el dominio del belicoso cacique Michimalongo, Valdivia continuó hacia el sur, cruzó el cordón de Chacabuco y arribó al valle del Mapocho. Este valle presentaba condiciones favorables para establecer una ciudad y esto se llevó a cabo el 12 de febrero de 1541, cuando Valdivia fundó Santiago del Nuevo Extremo.

Esta ciudad se emplazó en una especie de isla formada por los brazos del río Mapocho, a los pies del cerro Huelén (actual Santa Lucía). El conquistador había escogido este lugar porque consideró que el río actuaba como barrera natural y el cerro permitía vigilar los movimientos indígenas.

El 7 de marzo, Valdivia instaló el Cabildo compuesto por dos alcaldes y seis regidores, que tomaban las decisiones para administrar la ciudad; un procurador, que recibía los reclamos de los vecinos; un mayordomo que manejaba los fondos; un alguacil mayor, jefe de la policía y alcaide de la cárcel; un fiel ejecutor, que supervisaba los precios establecidos, y otros funcionarios menores. Los primeros alcaldes de Santiago fueron Francisco de Aguirre y Juan de Avalos Jofré.

Las noticias que llegaban del Perú sobre la posible muerte de Francisco Pizarro a manos de los almagristas, despertó la inquietud de quienes temían que Valdivia fuera destituido de su cargo de teniente gobernador. Es por ello que, escuchando los deseos de los vecinos, el 10 de junio de 1541, el Cabildo abierto eligió Gobernador interino a Pedro de Valdivia. El nombramiento, en todo caso, debía ser aprobado por el rey.

Antes de aceptar el cargo -ofrecido en nombre de Carlos V-, Valdivia lo rehusó tres veces, porque no quería romper sus relaciones con Francisco Pizarro, en cuya representación había actuado hasta entonces.

Las ciudades españolas

Las ciudades americanas fundadas por los españoles se configuraban en forma de tablero de ajedrez, con calles cortadas en ángulos rectos. Cada cuadra estaba dividida en cuatro solares, asignados a los vecinos de acuerdo con el rango social y con los aportes económicos que habían hecho para financiar la empresa conquistadora.

Además, los españoles que fueran designados vecinos debían cumplir una serie de obligaciones, siendo una de ellas contribuir a la defensa de la ciudad. Los solares principales eran los más cercanos a la Plaza de Armas, a cuyo costado se levantaba la iglesia y los edificios del Cabildo y la casa del gobernador.

¿Sabías que?

Inés Suárez fue la única mujer española que participó de la expedición de Valdivia y la primera en llegar a tierras chilenas. Además, defendió heroicamente Santiago cuando ocurrió el primer ataque indígena.


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