El 26 de febrero de 1817 llega al puerto de Valparaíso el bergantín español «Aguila», de 220 toneladas. Al momento de fondear las autoridades chilenas se apoderan de él, ordenando que fuera armado con 16 cañones. Se le dio el mando al Teniente Raimundo Morris, marino irlandés que se desempeñaba en el Ejército Libertador como oficial de artillería.
El 17 de marzo zarpa la primera misión, cuyo objetivo fue ir en busca de el General Mariano Osorio, confinado en el archipiélago de Juan Fernández por disposición del Virrey del Perú, Fernando de Abascal.
La escuadra estaba compuesta de 43 tripulantes, 25 de los cuales eran extranjeros. Morris regresó, dos semanas después, con 78 hombres que durante dos años sufrieron el destierro, entre ellos el Sargento Mayor de artillería Manuel Blanco Encalada.
El bergantín «Aguila» posteriormente integró la Escuadra con el nombre de «Pueyrredón» .
De manera similar es apresado el bergantín español «Carmelo» que recaló en San Antonio. Si bien el buque era viejo, no se perdió tiempo en armarlo e incorporarlo a la Marina de Guerra en formación, con el nombre de «Araucano«.
Más tarde, el 22 de septiembre de 1817, se incorpora a la flotilla patriota la goleta «Fortunata«.
El 5 de marzo de 1818, la fragata «Windham» burla el bloqueo español y logra entrar a Valparaíso, enviada por el agente de Chile en Londres, José Antonio Alvarez Condarco. El barco estaba armado con 34 cañones.
El 4 de abril de ese mismo año el Gobierno de Chile compra la fragata nombrándola «Lautaro» a cargo del ex Teniente de la armada británica Jorge O’Brien.
A fines de junio de 1818, el navío inglés «Cumberland» pasa a formar parte de la Escuadra Nacional con el nombre de «San Martín«. Estaba armada con 44 cañones. Los cien hombres que la tripulaban y el Capitán Guillermo Wilkinson, continuaron abordo incorporados al servicio de la Marina de Chile.
La corbeta «Chacabuco» (ex «Coquimbo»), construida en los Estados Unidos, también se une a la naciente escuadra.
O’Higgins quería que esta Primera Escuadra Nacional perdudara en el tiempo, por lo que estructuró una compleja red de apoyo.
Estructura y organización
En octubre de 1817 se crea la Comandancia General de Marina y, en noviembre de ese mismo año, se dicta el reglamento provisional de Marina, que fijó los sueldos y grados de oficiales y gente de mar, y la equivalencia entre los grados navales y los del Ejército. Este mismo año se funda el Arsenal, cuyo objetivo era almacenar el armamento de la Escuadra.
En 1818 se crea el Batallón de Infantería de Marina y la Brigada de Artilleros de Mar, para dotar las guarniciones y la artillería y el 16 de junio se crea el Mando en Jefe de la Flotilla.
En junio de 1818 el Director Supremo, Bernardo O’Higgins nombró comandante general de Marina al teniente coronel de artillería Manuel Blanco Encalada.
El 4 de agosto de 1818 se funda la Academia de Guardiamarinas, que sería la predecesora de la actual Escuela Naval.
Llegar a estructurar la primera Escuadra Nacional significó un arduo trabajo y más difícil aún resultó ser la formación de la tripulación. La mayoría de los marinos, realmente experimentados, eran de origen inglés, estadounidense y francés. El entrenamiento tuvo limitaciones y dificultades tales como la falta de un lenguaje común, que sirviera para que se entendieran las órdenes emitidas para realizar las maniobras. Pero un trabajo eficiente y esforzado logró dejar atrás los problemas, convirtiéndo a la Primera Escuadra Nacional en una poderosa arma estratégica.
La Escuadra en Marcha
Era el 21 de mayo de 1818 cuando desde el puerto de Cádiz, zarpó un convoy de 11 transportes escoltados por la fragata Reina María Isabel que contaba con 50 cañones. El objetivo era que los 2.080 hombres que componían la expedición, llegaran a las costas del Océano Pacífico e impedir la Independencia de Chile.
Pero durante el viaje la tripulación del transporte «Trinidad» se amotinó y tomaron el control de la nave que atracó el 16 de agosto en el puerto de Buenos Aires. Desde esa ciudad informaron la amenaza que se dirigía al Chile. El ministro chileno en Argentina despachó la noticia hacia Santiago que llegó nueve días después.
Bernardo O’Higgins junto con el Ministro José Ignacio Zenteno, al recibir las novedades, se trasladaron inmediatamente a Valparaíso para alistar la Escuadra que intentaría interceptar y capturar el convoy realista.
Para el 10 de octubre se fijó la fecha de zarpe y sería el Capitán de Navío Manuel Blanco Encalada quien organizaría y nombraría los buques que saldrían en la misión.
Las naves fueron:
– Navío «San Martín»
– Fragata «Lautaro»
– Corbeta «Chacabuco»
– Bergantín «Araucano»
En octubre de 1818, estos cuatro barcos de la Escuadra partieron desde Valparaíso rumbo al sur, a fin de tender una celada a la fragata española María Isabel y a once transportes que traían dos mil soldados peninsulares, enviados a apoyar a las tropas realistas instaladas en el sur.
Se cuenta que al ver zarpar las cuatro naves, y recordando la gesta de Cristóbal Colón, Bernardo O’Higgins manifestó: «Tres barquichuelos dieron a España el continente americano, estos cuatro buques se lo quitarán»..
Y así sucedió en efecto. El 28 de octubre de 1818 dos barcos chilenos, enarbolando bandera inglesa, se acercaron al María Isabel, que se encontraba en Talcahuano. Cuando estuvieron junto a ella, las naves patriotas hicieron el cambio de bandera, y la sorprendida nave hispana no prestó siquiera resistencia: luego de una débil andanada, fue arrastrada por el viento y varó. Los chilenos la abordaron y tomaron otros cinco transportes, arrebatando así, definitivamente el dominio de esta parte del Pacífico a los Españoles.
El 17 de noviembre, antes del mediodía, la Escuadra chilena regresaba victoriosa a Valparaíso.
Por decreto del Supremo Gobierno, se dispuso que todas las tripulaciones de los buques participantes en esta empresa, llevaran en el brazo izquierdo un escudo de paño verde mar en cuyo centro se leyera en letras de oro: «Su primer ensayo dio a Chile el dominio del Pacífico».
