El idioma no nos serviría para nada si no lo usáramos y ¿con qué fin lo utilizamos? Principalmente lo utilizamos para comunicarnos.
También, se le dan otros usos, por ejemplo, para escribir literatura. Ésta es un arte, pero el arte también es una forma de expresión, de comunicación.
Para comunicarnos
Considerando lo anterior, podemos decir que el uso más habitual y más clásico del idioma es la comunicación.
Y, ¿acaso no debemos saber bien cómo debemos usar el idioma, para poder hacerlo correctamente? ¿Alguien puede ganar un campeonato de tenis, si no tiene idea cómo se toma la raqueta? Lo más probable es que no.
Asimismo, si queremos hacer buen uso de la comunicación lingüística, es decir, si deseamos comunicarnos lo mejor posible cuando lo hacemos a través del idioma, tenemos que aprender a usarlo como corresponde. Para eso, existe la Gramática, y es para eso que la estudiamos.
Aprendizaje
En general, a medida que los seres humanos crecemos, poco a poco, vamos aprendiendo a hablar. Conocemos el significado de los sonidos; luego, el de las palabras; y cuando somos todavía muy niños, ya podemos hacernos entender: es decir, sabemos usar el idioma.
Eso no significa que lo dominemos ni que lo usemos siempre de la manera adecuada. Debido a ello, es importante recurrir a la gramática. Cuando somos emisores de un mensaje lingüístico, hablando o escribiendo, ésta nos ayuda a hacerlo bien. Y, cuando somos receptores de un mensaje lingüístico, o sea, cuando escuchamos o leemos, nos permite entender correctamente lo que nos están transmitiendo.