1. En los verbos terminados en ger, gir, giar, y en las conjugaciones y derivados de estos verbos que lo requieran.
Ejemplos: de proteger, protegiendo, protegerán; de exigir, exigido, exigencia; de elogiar, elogio, elogiemos.
El verbo tejer constituye una excepción a esta regla.
2. Las palabras que comienzan por el prefijo griego geo.
Ejemplo: geometría, geografía, geología, etc.
3. En las palabras terminadas en gia y gio, y sus derivados y compuestos.
Ejemplo: colegio y contagio, de las cuales derivan colegiatura y contagiado.
4. La mayoría de las palabras en las que aparece el grupo gen, donde quiera que sea.
Ejemplo: gente, general, argentino, urgente, origen, imagen.
Las excepciones más comunes son ajeno y berenjena.
5. En las mayoría de las palabras que incluyen el grupo igi o agi, a menos que sean derivadas de una palabra que se escribe con j.
Ejemplo: vertiginoso, original, magia y agitado.
6. Los sustantivos terminados en gía.
Ejemplo: antología y cirugía.
Se exceptúan las palabras bujía, herejía, y otras poco usadas.
Usos de la «j»
1. En la mayoría de los sustantivos terminados en je.
Ejemplo: canje, monje, y paisaje. Algunas de las excepciones son cónyuge, laringe, faringe y auge.
2. En la conjugación de los pretéritos de los verbos terminados en ducir.
Ejemplo: conducir, producir, deducir y muchos otros. Por ejemplo, conduje, produjiste, y dedujo.
3. En los verbos terminados en jear y sus conjugaciones.
Ejemplo: flojear, flojeamos; callejear, callejaban.
4. En la mayoría de los sustantivos terminados en jero y jería.
Ejemplo: cajero, relojero, conserjería y extranjería.