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Fue el estadounidense de Minnesota Ralph Samuelson quien inventó este deporte en 1922. Sin embargo, no fue hasta 1950, con la aparición de las lanchas rápidas y un equipo bien diseñado y trajes de goma efectivos, que ganó la popularidad que goza hoy en día, convirtiéndose en un deporte competitivo.

El esquí acuático de competición está supervisado por jueces que aplican una valoración de puntos a los participantes. Los esquiadores están clasificados en 22 categorías, desde novato hasta maestro, y compiten de acuerdo a su sexo y edad.
 
Las pruebas en el esquí acuático tradicional son slalom, saltos y acrobacias. El esquí realizado en una tabla de rodillas comprende el slalom y las acrobacias, mientras que en el caso del esquí con pies desnudos son el eslalon, saltos y acrobacias.

Equipo y técnica

Los esquíes de agua están hechos de madera, plástico o fibras de vidrio reforzadas.

Tienen normalmente un largo de 1,7 a 1,8 metros, unos 15 centímetros de ancho y están provistos de unas ataduras flexibles para poder encajar los pies. Los alerones que tienen por debajo proporcionan estabilidad y facilitan la ejecución de giros muy pronunciados.

Las tablas para ir de rodillas son más anchas y cortas.

El cable de remolque, que va desde la lancha hasta las manos del esquiador,  tiene 6 milímetros de diámetro y alrededor de 23 metros de largo.

El esquí acuático suele comenzar con el participante agachado sobre sus esquíes y agarrando el cable de remolque. Al acelerar la embarcación, los esquíes comienzan a planear sobre el agua y el esquiador se incorpora y se mantiene erguido. Algunos esquiadores son capaces de incorporarse sobre el agua usando sólo sus pies.

Pruebas tradicionales

En la prueba de slalom, la lancha de arrastre se mueve en línea recta por el centro de una pista donde se encuentran ancladas una serie de boyas, mientras el participante, sobre un solo esquí o en una tabla de rodillas, entra y sale de las boyas en zig-zag, oscilando a un lado y a otro de la estela que se forma detrás de la lancha.

En la prueba de salto, el participante va encima de un par de esquíes más anchos y, a una velocidad que depende de la edad del grupo, se desliza hacia arriba por una plataforma de fibra de vidrio recubierta de ceras especiales y salta por la rampa para alcanzar la mayor distancia posible.
 
La parte de la rampa que sobresale del agua tiene 4,3 metros de ancho por 6,7 metros de largo y en su punto más alto alcanza desde 1,5 hasta 1,8 metros sobre la superficie del agua. Para realizar un salto, el participante oscila hacia un lado de la estela unos 12 metros y asciende por la rampa. Los saltos realizados desde una rampa de dos metros a una velocidad de 56 kilómetros por hora, pueden alcanzar los 61 metros.

Las acrobacias consisten en series de movimientos muy precisos, realizados con un solo esquí que no tiene alerón. El esquiador realiza todas las maniobras posibles dentro de dos pasadas por la pista, de veinte segundos cada una. Las acrobacias son calificadas con puntos en función de su dificultad y el esquiador que logre acumular más puntos es el ganador. Hay unas 50 acrobacias diferentes, desde un simple deslizamiento lateral con el esquí, que ganaría 50 puntos, hasta una pirueta doble, impulsándose en la estela que marca los 1.000 puntos para el esquiador.

Existen también los espectáculos sobre esquís. Son una producción teatral sobre el agua, que incluyen música, narración y varios actos que desarrollan un argumento o tema. Estos actos pueden ser desde pequeñas coreografías hasta la formación de pirámides humanas de cuatro alturas, formadas por 16 personas que son arrastradas por una embarcación motorizada.