¿Por qué celebramos el Día de los Inocentes? El 28 de diciembre, como ya es tradición, debes cuidarte de las bromas y, en especial, de las noticias e imágenes falsas. Esta fecha es ideal para compartir con tus amigos y familia, divertirte y armar un alboroto de sano humor.
A solo unas horas de que se inicie el nuevo año, el 28 de diciembre es una fecha en la que debes poner en alerta tus sentidos. También te invita a cuidar tu espalda de los bromistas, ya que todos podemos ser víctimas.
Historia del Día de los Inocentes
Si bien para nosotros el Día de los Inocentes representa un fecha llena de momentos de sana diversión, los motivos detrás de esta conmemoración, están lejos de ser alegres.
Para los cristianos han pasado casi 2.000 años desde que el Rey Herodes ordenó la matanza de todos los menores de 2 años en Belén, para así evitar que Jesús se convirtiera en el Mesías y Salvador de los judíos.
Pese a que la historia narra que Jesús se salvó milagrosamente, la verdad es que no se sabe cuántos fueron las inocentes víctimas. Sin embargo, la tradición bíblica establece que unos 30 niños murieron en manos de soldados romanos, bajo las órdenes de Pilatos.
Según los relatos históricos ordenó esta matanza tras oír un relato que anunciaba que «magos venidos de Oriente» visitarían al recién nacido, quien se convertiría en el rey de los judíos y pondría en riesgo su reinado.
De allí es que se popularizó como el «Día de los Inocentes».
El lado positivo
Para darle un poco de alegría a este oscuro recuerdo es que se hacen bromas, se publican informaciones falsas o se pide dinero prestado (que no será devuelto).
Así es que el 28 de diciembre debes tener mucho ojo, porque si alguien te pide dinero y te dice: «Herodes mandó a Pilatos… Pilatos mandó a su gente y quién preste plata en este día pasará por inocente«, no volverás a ver esos queridos billetes jamás.
También, más te vale que seas precavido y tengas cuidado si te ofrecen, por ejemplo, un chicle o un dulce sin motivo aparente, ya que pueden provocar un insólito colorido azul en tus dientes.
Pon atención cada vez que abras un libro, cajón o monedero, porque en el Día de los Inocentes los insectos babosos y peludos pueden darte una sorpresa. Y no está de más recordar, también, la antigua broma de colocar sal en el azucarero y viceversa… y la clásica «talla»de poner mensajes en la espalda.
