Los científicos se han propuesto grabar las voces de arrullo de los pandas gigantes para ayudarles a buscar su media naranja. Los zoólogos examinarán el tono y las variaciones de la voz de estos animales para así encontrarles una pareja.
La inapetencia sexual del panda gigante, que dificulta las tareas de repoblación, podría tener pronto remedio si el último experimento llevado a acabo por zoólogos de la provincia de Sichuan (China) tiene éxito.
La labor de recuperación de la especie, en peligro de extinción, se dificulta por la natural falta de apetito sexual de los machos -sólo uno de cada 10 trata de aparearse- y por la poca receptividad de las hembras, de las que únicamente un 30 por ciento concibe de forma natural.
Según los últimos datos oficiales, 1.590 pandas gigantes viven en China en su hábitat natural, principalmente en las montañas de las provincias de Sichuan (suroeste), Shaanxi y Gansu (noroeste), mientras que otros 161 están en cautividad repartidos por los zoos del país.
Un total de 25 osos panda gigantes nacieron durante 2005 en China gracias a la inseminación artificial, cifra histórica desde que el país asiático comenzara a utilizar esta técnica en la década de 1960.