El campo es el lugar, donde las tradiciones de nuestro pueblo se mantienen más vivas. Rodeo, vendimia, rayuela, carrera a la chilena, son algunas de las actividades que en la intimidad de pueblos, aldeas o villorrios, se celebran año a año en distintas fechas. Septiembre, sin embargo, es el mes emblemático para revivir toda las tradiciones que, durante el año, a veces duermen en nuestro recuerdo.
Entre las más típicas fiestas campesinas, está el rodeo. En la estación de otoño, en todas las haciendas de Chile, se procede a la reunión de ganado con el fin de contarlo, marcarlo, separar los animales para la venta y, en fin, todas las etapas de selección que las cabezas de ganado requieren.
En el arreo y encierro de los animales, el rodeo, los encargados de la faena dan grandes muestras de destreza. Son justamente estas facultades las que dieron origen a la demostración pública que se realiza en la medialuna.
Se trata de un torneo llevado a cabo en una pista circular de 40 metros de diámetro. El piso es de arena con salitre y los asientos rodean la pista en una tribuna circular. La medialuna cuenta con portones para que los animales que van a «correrse» -generalmente novillos o vaquillas- puedan entrar y salir. Los jinetes corren en parejas mientras un arriero, con gritos estridentes, provoca la carrera del animal que busca la salida del semicírculo mientras el jinete procura alcanzarlo o detenerlo en un punto determinado, que es una pared de chilca (vegetal resinoso) que termina en cada extremo con una bandera chilena.