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Al exterior solo está la vulva, conformada por los labios mayores y menores y el clítoris. Se ubica en la base de la cavidad pélvica, a continuación del monte de Venus, que se encuentra en la cara frontal del pubis, donde aparece vello desde la pubertad (ver glosario).

  • Labios mayores: son dos pliegues en forma de labios, gruesos y cubiertos de vello, que surgen bajo el monte de Venus y terminan antes del ano. Se encargan de rodear y proteger los orificios externos de la vagina y la uretra, al clítoris y a los labios menores.
  • Labios menores: también son dos pliegues, pero más delgados, ubicados dentro de los labios mayores. Rodean y protegen directamente las aberturas vaginal y uretral. En uno de sus extremos -el más cercano al monte de Venus-, los pliegues que lo conforman se fusionan formando el clítoris.
    Entre los labios mayores y menores, hay dos pequeños orificios por los que surgen las secreciones de las glándulas de Bartholin. Se trata de un líquido espeso que lubrica la entrada de la vagina durante el acto sexual.
  • Clítoris: es la parte más sensible de los órganos sexuales femeninos, equivalente al pene del hombre, aunque mucho más pequeño, con alrededor de un centímetro de longitud. Está formado por dos cuerpos cavernosos que se endurecen y aumentan de tamaño -se erectan- durante la estimulación sexual.
    Debajo del clítoris se encuentra la salida de la uretra y la entrada a la vagina.
    Los órganos sexuales internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
  • Vagina: es un tubo hueco muscular, de gran elasticidad, que mide alrededor de diez centímetros de longitud. Se encuentra debajo y atrás de la vejiga, y delante y encima del recto. Aloja al pene durante la relación sexual, o coito, y es por donde nacen los bebés cuando el parto es normal.
    La entrada de la vagina se encuentra parcialmente bloqueada por una membrana llamada himen, que por lo general se rompe cuando la mujer inicia su vida sexual.
  • Útero: también conocido como matriz. Es un órgano muscular hueco con forma de pera invertida, de pared gruesa y elástica, situado detrás de la vejiga y delante del recto, que mide de siete a ocho centímetros de longitud y tres de ancho. Alcanza el tamaño adulto a los 15 años, se expande mucho durante el embarazo y se reduce después de la menopausia, al término de los ciclos menstruales (revisar sistema endocrino). La función de este órgano es nutrir y albergar al feto durante el embarazo.
    La parte angosta y alargada del útero, denominada cuello o cérvix, se conecta con la vagina. El resto del órgano es más ancho y se denomina cuerpo. Desde los extremos superiores y posteriores del cuerpo del útero surgen las trompas de Falopio.
    La pared del útero es de músculo liso y se denomina miometrio; sus contracciones son claves durante la menstruación y el parto. Sobre esta capa muscular se ubica una mucosa, el endometrio, que tiene una gran cantidad de vasos sanguíneos.
  • Trompas de Falopio: llamadas también trompas uterinas. Son dos canales de unos diez a catorce centímetros de longitud que se extienden desde los ovarios hasta el útero. Son las encargadas de recoger los óvulos que vienen desde los ovarios y llevarlos al útero.
    Las trompas tienen tres partes: el istmo, que es la parte más estrecha, por la que se unen al útero; la ampolla, que es la parte más ancha y larga, y el infundíbulo o pabellón, que es el extremo, similar a un embudo que termina en unas proyecciones en forma de dedos o tentáculos llamadas fimbrias, que se ubican en torno a los ovarios y se mueven para atraer a los óvulos.
    Las paredes de las trompas tienen una capa de músculo liso que al contraerse facilita el desplazamiento del óvulo desde el ovario al útero.
  • Ovarios: son las glándulas sexuales que albergan a los óvulos y producen la hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona). Son dos y se localizan uno a cada lado del útero en la parte superior de la cavidad pélvica. De forma almendrada, miden aproximadamente 3,5 por 1,5 centímetros. Están sujetos mediante ligamentos al útero y la pared pélvica, y junto a las fimbrias de las trompas de Falopio.
    A diferencia del hombre, la mujer no fabrica sus células sexuales. Al nacer, cada ovario contiene entre doscientos mil y cuatrocientos mil ovocitos -óvulos en estado inmaduro-, que son almacenados en folículos -especies de sacos-. Solamente unos cuatrocientos o quinientos madurarán y llegarán a la ovulación durante la vida fértil de la mujer, que se inicia durante la pubertad y concluye en la menopausia.

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