Skip to main content

La población activa


El primer grupo es la población activa, que corresponde a aquellos que realizan una actividad remunerada, o bien que tienen intención de realizarla. La cantidad de población activa de un país depende naturalmente de la estructura sexo-edad. La población infantil y juvenil (estudiantil), la población senil (anciana) y la mujer que trabaja en las tareas domésticas de su propio hogar, son excluidas de esta definición, denominándoseles población no activa.


Sin embargo, esta información estadística no refleja la realidad. En muchos países los niños trabajan desde muy pequeños, las personas que por edad deberían estar jubiladas, tienden a prolongar su vida laboral debido a que las pensiones de invalidez son reducidas y deficitarias; y las mujeres, si bien no son remuneradas por sus tareas hogareñas, cumplen en ellas una función productiva: cocinar, hacer aseo o planchar; labores que, fuera del hogar, son muy cotizadas.


El volumen de la población activa, es decir, lo que se llama tasa de actividad, es muy variable según los países, siendo la media mundial del 41 por ciento.


Las mayores tasas de actividad se aprecian en los países desarrollados, donde varían entre un 40 y un 50 por ciento. En las naciones subdesarrolladas el porcentaje de actividad disminuye, no alcanzando el 40 por ciento.


Una de las causas que explican esas desigualdades es la diferente estructura de edad. En los países subdesarrollados la población activa es menos numerosa que en los países industrializados, porque la población joven es mayor, a la vez que el mercado de trabajo es menos variado. Otro elemento que influye en estas divergencias es que, en los países desarrollados, la población trabajadora tiende a disminuir por la progresiva extensión de la duración de los estudios y la tendencia a reducir la edad de jubilación. También es necesario considerar que en esas mismas naciones, la población activa masculina propende a la baja y está aumentando la proporción de mujeres en ocupaciones económicas.


Por otra parte, las estadísticas no revelan completamente la realidad, si se considera que en muchos países tecnológicamente desarrollados la cantidad de población activa cesante está en crecimiento. Por lo tanto, la palabra activa esconde la verdad concreta de personas calificadas desde el punto de vista técnico-profesional, pero que permanecen por tiempo indefinido desocupadas.


Los sectores productivos


La población activa puede estudiarse utilizando criterios diferentes, como los de edad y sexo, ya vistos, o la categoría profesional. Pero los análisis más usados atienden a las ramas de la actividad económica.


Dentro de esta última perspectiva, la clasificación más extendida es la de Fisher y Colin Clark, que establece tres sectores de actividad: primario, secundario y terciario.


El sector económico primario comprende la minería, agricultura, ganadería, pesca y explotación forestal. Son actividades de base, relacionadas directamente con los recursos naturales; es decir, con la extracción de materias primas.


El sector económico secundario abarca la actividad procesadora de materias primas, o sea, la industria, energía (electricidad, agua y gas), construcción y manufacturas.


El sector económico terciario incluye todas las actividades y profesiones que sirven de soporte a los dos sectores antes mencionados. Por lo tanto, involucra al comercio, transportes, profesiones liberales (como médicos, abogados y profesores), finanzas y oficios menores, que integran los llamados, globalmente, servicios (zapateros, vendedores, modistas, sastres, repartidores a domicilio, entre otros).


Distribución mundial de la población activa


La ocupación en el sector primario, en otros tiempos mayoritaria en el mundo, ha retrocedido con la modernización. Hoy predomina en los países subdesarrollados: en Asia y África sobrepasa ampliamente el 50 y hasta el 70 por ciento de la población económicamente activa. En cambio, en los países desarrollados es mucho más reducida, no llegando al 20 por ciento (en Estados Unidos es el 3,4 por ciento).


La importancia del sector secundario es inversamente proporcional al sector primario. En los países de África y en Asia meridional no supera el 20 por ciento de la población, mientras que en los desarrollados suele ser mayor al 30 por ciento. La cantidad varía significativamente entre los distintos países, dependiendo del grado de desarrollo tecnológico y de las relaciones comerciales que tengan con los centros de poder económico mundiales.


El sector terciario es el más variado, ya que abarca desde actividades elementales, como los servicios domésticos, hasta otras modernas y complejas, como la investigación. En general, no es muy alto en los países atrasados. En cambio, en los países ricos cumple un importante papel.


Desde que se produjo la industrialización en el siglo XVIII, el mundo desarrollado ha asistido a un cambio complejo en la estructura de la población activa. Se habría pasado de una sociedad primaria, donde toda o casi toda la población estaba empleada en la agricultura, a una sociedad terciaria, en la cual la mayor parte está empleada en los servicios, pasando previamente por una etapa intermedia: la sociedad industrial.


Midiendo a la población


Según sus características económicas, la composición de la población puede ser estudiada considerando dos aspectos. El primero es la tasa bruta de actividad, que corresponde al porcentaje de la población económicamente activa en relación al total de la misma, la cual tiende a ser más alta en los países desarrollados.


El segundo es el índice de carga económica, que se refiere a cuántos no económicamente activos debe sostener, como promedio, cada trabajador.


Warning: Invalid argument supplied for foreach() in /www/wwwroot/www.icarito.cl/wp-content/themes/icarito-v1/template-parts/content-relacionadas.php on line 13