Aunque Lutero atacaba a la Iglesia con violencia, no deseaba separarse de ella. Confiaba en que se reformaría y aceptaría las creencias que él predicaba, por considerarlas más de acuerdo con la Biblia que las que enseñaba el catolicismo. Sin embargo, un francés, Juan Calvino (1509-1564), comprendió que la Iglesia jamás se avendría a la doctrina de los reformadores y que la lucha era a muerte. Como Lutero, Calvino atacó también la doctrina y la organización de la Iglesia Católica, fundando sus enseñanzas en la Biblia, si bien en sus conclusiones fue más lejos que el propio Lutero. Las predicaciones de Calvino tuvieron más influencias que las de aquel. Desde su centro en Ginebra, la doctrina de Calvino se difundió por Holanda, Francia, Escocia y vino a ser también la fe de los puritanos ingleses.
Dictadura calvinista
Algunas de las prohibiciones calvinistas en la ciudad suiza de Ginebra fueron:
-Las diversiones (bailes, juego de cartas, teatro y deportes como el patín).
-Las fiestas de familia a la que asistieran más de 20 personas.
-Los trajes que no fueran del color y hechura determinados por el Consistorio, órgano supremo del calvinismo.
-Llevar adornos y joyas.
-Usar el cabello largo (los hombres) y peinados altos y con rizos (las mujeres).
-Usar nombres que no figuraran en la Biblia.
-Escribir al extranjero.