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El esqueleto apendicular está compuesto por los huesos de las extremidades tanto superiores como inferiores y los huesos de los hombros y de la pelvis.

El esqueleto apendicular se conforma por los miembros inferiores y superiores, como las cinturas óseas (huesos de los hombros, de la cintura escapular y de las caderas o cintura pelviana).

Asimismo, incorpora las clavículas, los omóplatos, los húmeros, entre otros huesos del cuerpo humano.

Esqueleto apendicular: Extremidades superiores

Estas extremidades son dos y cada una posee un total de 64 huesos distribuido en cinco segmentos desde su raíz hasta el extremo: hombro, brazo, antebrazo, muñeca y mano.

El hombro o cintura escapular tiene dos huesos. Un hueso largo par llamado clavícula (viene del latín y significa pequeña llave, por su similitud con una nota musical), que está situado transversalmente entre el esternón y el omóplato o escápula. Este último es el otro hueso del hombro y se encuentra en la parte posterior del tórax.

El brazo posee sólo un hueso largo y ese es el húmero. En la parte de arriba se articula con el hombro y en la parte inferior se une con el antebrazo, para crear la articulación del codo.

El antebrazo lo forman el cúbito o ulna y el radio, dos huesos largos que están ubicados en forma paralela. En la muñeca comienza la flexibilidad de las manos, donde ocho huesos del carpo se disponen en filas de a cuatro.

A ella le siguen cinco huesos metacarpianos que se distribuyen en abanico a lo largo de la mano.

Finalmente, están los 14 huesos llamados falanges, tres en cada uno de los dedos y dos en el pulgar.

Esqueleto apendicular

Extremidades inferiores

Estas extremidades son dos y cada una posee 62 huesos repartidos entre el cinturón pélvico (pelvis), fémur o hueso del muslo, huesos de la pierna y del pie.

La pelvis está constituida por los huesos coxales (ilión, isquión y pubis), el sacro y el cóccix. El muslo o fémur es el hueso más largo y resistente del cuerpo humano.

Los huesos de la pierna se extienden desde la rodilla hasta el tobillo y son la tibia y el peroné o fíbula.

El primero es el hueso más voluminoso de la pierna y se articula por arriba con el fémur y el peroné, y en la parte inferior, con el hueso astrágalo del tarso y con el peroné.

El peroné o fíbula (viene del latín y significa alfiler), es un hueso que se encuentra atrás de la tibia y ayuda a transmitir el peso.

Huesos del pie

El pie lo forman tres tipos de huesos: tarsos, metatarsos y falanges.

El tarso es un conjunto de huesos que conectan la pierna al metatarso y lo componen el astrágalo o talo (en el tobillo), el calcáneo, el hueso más grande del pie y que forma el talón.

Delante de este se presentan cinco huesos: el cuboides, el escafoides y los tres cuneiformes o cuñas.

Los metatarsianos o huesos del metatarso son cinco huesos en cada pie y están desde el tarso hasta los ortejos o dedos del pie.

Finalmente, encontramos las falanges que forman los ortejos, que son 14 huesos largos en cada pie y se distribuyen en grupos de tres en cada dedo, a excepción del ortejo mayor o hallux, donde sólo hay dos falanges.

Diferencias sexuales

La pelvis, que es la unión de los dos huesos coxales, el sacro y el cóccix, tiene un aspecto similar en ambos sexos, pero la estructura es distinta. La masculina es más pesada y más alta.

El estrecho pélvico inferior, es decir, el arco púbico, es angosto.

En cambio, la pelvis femenina es más liviana en su armazón ósea y más ancha en el arco púbico, para permitir el embarazo y luego el parto.

Rótula

También conocido como patela, es un hueso plano y redondeado de la rodilla.

Se encuentra incluido en el tendón terminal del músculo cuadríceps de la cara anterior del muslo y está situado específicamente por delante de la extremidad inferior del fémur.