Viven en países de climas cálidos o muy calurosos, y se les conoce también como saurios o hidrosaurios. Se dividen -según la forma del hocico- en longirrostros (de hocico largo) y brevirrostros (de hocico corto).
Normalmente veremos que los cocodrilos no se mueven con un rumbo fijo. Muchas veces se quedan quietos por horas, pero cuando están en el agua pueden moverse con gran rapidez, ya que son grandes nadadores. También se suelen dejar llevar por la corriente de los ríos y no muestran mucho su cuerpo, dejando a la vista solo los ojos, con los que se dedicarán a buscar a su presa, y las aberturas nasales.
Su reproducción también es por huevos, los que pueden llegar a medir entre cinco y nueve centímetros de longitud. Estos huevos son enterrados en montones de restos vegetales húmedos, que al descomponerse generarán el calor necesario para la incubación, que dura alrededor de siete u ocho semanas. La cría es quien rompe el huevo, utilizando un diente puntiagudo que tiene en la punta del hocico.
Algunos cocodrilos de hocico largo son: el gavial del Ganges que mide seis metros y medio y posee el hocico más largo entre todos sus compañeros. También están los cocodrilos de Indomalasia, el del Nilo y el de Asia suboriental, el de Caribe y muchos otros. A los de hocico corto pertenecen el yacaré, el caimán negro, el caimán del Mississippi y el caimán de China.