Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios era el nombre completo del libertador que nace un 24 de julio de 1783 en Caracas, ciudad que en ese entonces era la capital de la Capitanía General de Venezuela, provincia del imperio español en América.
Crece en el seno de una familia pertenceciente a una inflyente clase social, los «mantuanos», que tenían gran poder en la provincia. A los nueve años ya había perdido a sus padres, por lo que sintió lo que es la orfandad. Vivió bajo la tutoría de su tío, Carlos Palacios, con quien no tenía una buena relación por lo que a los 12 años decide fugarse de su casa para ir a vivir con su hermana María Antonia y su esposo, hecho que provoca que sea enviado a vivir a la casa de su maestro Simón Rodríguez, a pesar de su resistencia. Finalmente tuvo que ceder ante la dedicación de Rodríguez que, consecuentemente, logró ganar su confianza, generándose una amistad que duraría toda la vida.
Antes de cumplir los 16 años, Bolívar viaja a España a vivir con sus tíos Esteban y Pedro Palacios, quienes, junto a el Marqués de Ustáriz, le ayudaron a perfeccionar sus conocimientos de historia y matemáticas, entre otras materias. En esta etapa se transforma en un hombre refinado, de mundo, aprende francés, bailes, esgrima y comienza una activa vida social en la corte española. Es ahí donde conoce a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, joven española con la que se casa en 1802, año en que regresa a Caracas para administrar sus bienes. Lamentablemente su esposa muere al año siguiente, víctima de la fiebre.
Bolívar retorna a Europa y se establece en París, donde se reencuentra con su mentor Simón Rodríguez. En 1807, Bolívar vuelve a Venezuela ya con su ideas libertarias revoloteando en su cabeza, por lo que empieza a generar vínculos con amigos planeando los primeros pasos de la independencia. En 1810 y para julio de 1811, Bolívar consolida sus planes emancipadores logrando la declaración de la independencia de Venezuela.
Aquí comienzan las campañas que lo llevarán a estar exiliado varias veces. En 1813, es nombrado con el título de Libertador, tras la operación conocida como la Campaña Admirable, donde Bolívar mostró su genio militar. Años después, y luego de librar muchas batallas entre las que se cuentan las de Boyacá, Carabobo, Pichincha, Junín y Ayacucho, logra materializar su sueño de ver a América libre del yugo español. Es justo en medio de este fragor libertario que conoce a Manuela Sáenz, quien se transformaría en la «libertadora del libertador», ya que años después salvaría su vida.
Bolivar se convirtió en el célebre personaje que es hasta hoy por su obra, su pensamiento político, su admirable estrategia militar y sus dotes de estadista y por que llevó a seis neciones de América Latina a lograr su independencia y a proclamarlo como su libertador, título que quedó eternamente asociado a su nombre.
Una sola nación
Bolívar contribuyó decisivamente a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. No obstante sus logros independentistas, Bolívar tenía el gran sueño de construir una nueva sociedad y estructura política en América. El Libertador quería crear una nación de varias repúblicas, porque sabía que la unidad era el camino para sostener a las nuevas repúblicas. Sin embargo, sus esfuerzos no tuvieron el eco necesario y su sueño de la Gran Colombia se desvaneció; las naciones hispanoamericanas se separaron, las disputas políticas internas fragmentaron el orden constitucional y la Gran Colombia fue reconocida legalmente como disuelta en 1831 con el establecimiento de las tres repúblicas de Nueva Granada, Venezuela y Ecuador.
Bolívar fue acusado de tirano y usurpador; al final debió renunciar y partir al exilio nuevamente, quebrantado y enfermo. Muere el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta, Colombia, dejando un legado que puede resumirse en cuatro puntos: la idea de libertad, su concepto de integración, su republicanismo y la importancia de la educación para el desarrollo de los pueblos.
