Nació el 25 de julio de 1833 en Santiago. Sus padres fueron Juan Ramón Casanova Opazo e Isabel Casanova Salinas. Estudió en el Instituto Nacional y en 1849 ingresó al Seminario Conciliar, donde se destacó por ser un alumno sobresaliente. Se ordenó sacerdote en 1856, pero desde hacía cuatro años que daba clases, en el mismo Seminario, de Filosofía, Teología, Moral y Derecho Canónico.
En julio de 1860 fundó la academia Literaria de San Agustín, cuna de grandes escritores, oradores y parlamentarios, como Crescente Errázuriz y José Manuel Balmaceda.
Impulsó, en 1872, la creación de la Diócesis de Valparaíso, siendo nombrado su primer obispo en noviembre de ese mismo año.
Los motivos de esta nueva gobernación eclesiástica fue el crecimiento sostenido de este puerto y la avanzada presencia del protestantismo y de la masonería.
En Valparaíso, promovió la fundación de un asilo para niñas abandonadas, el que luego fue entregado a las religiosas del Buen Pastor e impulsó el establecimiento de la Sociedad Católica de Instrucción Primaria, un colegio solo para mujeres que estaba administrado por las monjas del Sagrado Corazón.
En 1886, el presidente de la República de aquel entonces, José Manuel Balmaceda, propuso a Casanova para el arzobispado.
El papa León XIII aprobó su designación, siendo consagrado en la catedral Metropolitana el 30 de enero del año siguiente.
Durante su ejercicio del cargo arzobispal restauró la catedral, agregando a ella la capilla del Santísimo Sacramento.
Además, fundó la Universidad Católica de Chile (1888), 32 parroquias y el santuario de la Inmaculada Concepción en el cerro San Cristóbal.
En 1890, medió entre los opositores al presidente Balmaceda, reconociéndose públicamente su capacidad de conciliador. Sin embargo, sus esfuerzos duraron pocos meses, ya que el estallido de la guerra civil fue inevitable.
Después de sufrir una crisis nerviosa, Casanova nunca logró mejorar y falleció el 16 de mayo de 1908.
