Nació en Santiago el 25 de abril de 1825 y falleció en la misma ciudad el 20 de julio de 1877. Fue hijo de Francisco Javier Errázuriz y Josefa Zañartu Manso de Velasco.
Inició sus estudios en el colegio del presbítero Juan de Dios Romo entre 1837 y 1838, destacándose en Geografía y Latín; tuvo como maestros a destacados liberales como el joven José Victorino Lastarria.
Posteriormente, ingresó al Seminario de Santiago, donde sobresalió en las clases de Teología y llegó a recibir órdenes menores en una temprana vocación sacerdotal que fue disipándose con los años y su vida política. Se retiró de este colegio en 1844.
Estudió Leyes en la Universidad de Chile, titulándose de abogado en septiembre de 1846. Dos años después se casó con Eulogia Echaurren García Huidobro.
Sus inicios en el mundo público fueron como académico, al ser nombrado en diciembre de 1847 miembro de la Facultad de Leyes y en mayo del año siguiente, de la Facultad de Teología. Por su afinidad con las Ciencias Sagradas nunca se incorporó a la primera facultad, escogiendo la segunda cuando tenía recién 23 años de edad. En agosto de 1848 se licenció en Teología y Ciencias Sagradas en esa facultad.
Polémico discurso
Su discurso de incorporación a la Facultad de Teología fue Las Fallas y Posibles Mejoras del Régimen Parroquial en Chile, donde expuso que el Estado y la Universidad no daban abasto para educar a toda la sociedad. Por eso, a su juicio, las parroquias debían ser los agentes de culturización del pueblo, en vez de estar cobrando altas sumas por los sacramentos dados a sus feligreses.
Este discurso provocó rechazo entre los católicos que se agrupaban en la recién creada Revista Católica, quienes lo acusaron de polémico. Con esta misma característica fue conocido en la Facultad.
Si bien al principio su actitud fue vista considerada como de discusión académica y Errázuriz continuó recibiendo la confianza del obispo Valdivieso al ser nombrado entre 1846 y 1850 inspector de cofradías de Santiago, lentamente esa polémica se fue trasladando al ámbito político, donde llegaría a ser un opositor de la intervención de la Iglesia en los asuntos del Estado.
El liberalismo
Los cambios políticos en Europa fueron modificando también el pensamiento político de Federico Errázuriz. Si bien es importante destacar la influencia de su maestro escolar José Victorino Lastarria.
En 1849 fue elegido diputado por el departamento de Caupolicán en la provincia de Colchagua. El mismo año también fue elegido regidor por Santiago.
A causa de la destitución de un procurador del Municipio, partidario del gobierno de Montt -por parte de los regidores liberales que eran opositores al gobierno, de los cuales Errázuriz era parte-, se generó un conflicto que se intentó solucionar en el Congreso.
La polémica permitió a Errázuriz destacarse en el espectro político junto a Lastarria, llegando a acusar a los ministros de imponer el peso del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo.
En la Sociedad de la Igualdad
Errázuriz Zañartu figuró entre los socios fundadores del primer Club de la Reforma, en octubre de 1849. Al fundarse la Sociedad de la Igualdad, los jóvenes liberales del Club de la Reforma como él, se unieron a Arcos y Bilbao en un esfuerzo de mayor unión opositora.
Ese año Errázuriz manifestó públicamente en el Congreso uno de los temas que marcarían su vida política: la reforma a la Constitución de 1833, «En el transcurso de 20 años han variado infinitamente las circunstancias de la nación, sus exigencias, sus necesidades y sus ideas, y esa Constitución que en su época fue sin duda la más bien calculada, para dar consistencia al poder y pacificar al país, ha llegado a ser hoy un obstáculo al desarrollo social… «
La Revolución de 1851
El 7 de noviembre de 1850 Errázuriz fue acusado de ser cómplice de agitación en el motín ocurrido en San Felipe, y bajo la condición de estado de sitio fue apresado y conducido a prisión en el cuartel Chacabuco. A petición suya, se le exilió hacia Perú el 26 de noviembre, previo pago de una multa, acompañado de su esposa que recién había dado a luz a su primer hijo.
Regresó en enero de 1851, y se retiró a sus tierras de Colchagua, hasta que el 20 de abril volvió a Santiago y participó en el motín encabezado por el coronel Pedro Urriola. Por ello el Congreso lo desaforó como parlamentario, y fue condenado al fusilamiento, pena que no se cumplió porque se encontraba prófugo.
Las gestiones de su familia permitieron que se presentara recién en noviembre de 1852 ante la justicia, y frente a un consejo de guerra negó toda participación en el motín. Los testigos declararon que lo habían confundido con otra persona y el 1 de diciembre fue absuelto de la acusación.
Nueva acusación de conspiración
A Errázuriz también le cupo una extraña participación en el conflicto entre el gobierno de Montt y el obispo Valdivieso, por la llamada cuestión del sacristán.
Cuando se produjo el enfrentamiento con Valdivieso, Errázuriz apoyó al religioso, su pariente, y en la casa de este en 1856, se habló con Antonio Larraín, Fernando Urízar Garfias y Manuel Eyzaguirre de la posibilidad de un levantamiento popular si se desterraba al obispo. La conversación privada circuló por la ciudad y fue incluida en un sumario militar, pero este no se dio a conocer sino hasta 1857.
Al saberse de la participación de Errázuriz en una conspiración, la comisión conservadora lo desaforó sin investigar a fondo los antecedentes, por lo que durante 1857 no asistió a la Cámara, en representación de Lontué, departamento por el que había sido elegido en 1855. Fue defendido por Domingo Santa María y Manuel Eyzaguirre, y la causa fue sobreseída en julio de 1858.
En la formación del Partido Liberal
En noviembre de 1857 Errázuriz estuvo presente en la organización del Partido Liberal -que se formó para enfrentar las elecciones parlamentarias de marzo del año siguiente-, pero no resultó electo.
Entre 1861 y 1862 se ausentó de la política activa por problemas económicos, y se dedicó a trabajar como abogado. Además, colaboró en la Sociedad de Instrucción Primaria y fue parte del Consejo del Banco de Chile.
En julio de 1862 fue elegido nuevamente miembro de la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas.
Ministro del Presidente Pérez
En mayo del mismo año asumió como intendente de Santiago, cargo en el que estuvo apenas 5 meses, debido a que en septiembre de 1864 fue nombrado por el Presidente José Joaquín Pérez ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, y en enero de 1865 interinamente el Ministerio de Guerra y Marina.
Desde allí pudo dirigir las discusiones sobre las reformas a la Constitución de 1833 y participar en la promulgación del Código de Comercio el 25 de noviembre de 1865. También le tocó enfrentar la guerra con España en 1865.
Cuando en septiembre de 1866 pasó a desempeñarse como ministro de Guerra y Marina, trató de acercarse a las fuerzas armadas extendiendo los premios y subiendo los sueldos a todos los soldados. Asimismo, reformó los planes de estudio de la Escuela Militar y de la Escuela Naval, encargó las exploraciones al Sur del país al teniente Francisco Vidal Gormaz, y se preocupó de la ocupación de La Araucanía.
Candidato y Presidente
En marzo de 1867 Errázuriz fue elegido diputado por Ovalle y también senador cargo al cual optó, participando en la reforma de la reelección del período presidencial. Se transformó entonces en el hombre fuerte del régimen y candidato seguro a la presidencia de la República.
Finalmente fue elegido Presidente de la República el 18 de septiembre de 1871. Su primer gabinete estuvo encabezado por Eulogio Altamirano en Interior y Relaciones Exteriores, Camilo Cobo en Hacienda, Aníbal Pinto en Guerra y Marina, y Abdón Cifuentes en Justicia, Culto e Instrucción Pública.
Su fuerte personalidad
Los biógrafos de Federico Errázuriz Zañartu han destacado más las características negativas de su personalidad que sus cualidades. Se le recuerda por su temperamento colérico y su carácter agresivo, que había manifestado a lo largo de su rápida carrera política. Tan fuerte era su personalidad, que ningún grupo político lo reconocía como perteneciente a él debido a su ambición. Esta lo hacía ser ambiguo en su postura política, siendo siempre su destino el poder presidencial.
Pero Errázuriz era eminentemente realista y supo hacer suyas las iniciativas políticas y administrativas de sus ministros, rodeándose de los mejores servidores públicos. Lo que hacía cambiar de humor al Presidente era la reacción de la prensa a su labor.
Obras públicas
Durante su gobierno se construyó el ferrocarril desde Curicó hasta Chillán, y desde allí hasta Talcahuano y Angol. Se construyó el Malecón del puerto de Valparaíso. Se terminaron los edificios del Congreso Nacional, y el de la Quinta Normal para la Exposición Internacional de 1875.
Errázuriz nombró intendente de la ciudad de Santiago a Benjamín Vicuña Mackenna, quien convirtió el cerro Huelén en el hermoso paseo del Cerro Santa Lucía.
Además, Luis Cousiño Squella entregó a la Municipalidad de Santiago los terrenos que corresponden hoy al Parque O’Higgins, para la recreación de la población santiaguina.
Creación del Ministerio de Relaciones Exteriores
La situación internacional de Chile con sus países vecinos se venía deteriorando desde la década de 1860, a pesar de haber firmado acuerdos bilaterales, por ejemplo con Bolivia. Estos eran desconocidos cuando se cambiaban los gobiernos en aquellos países.
La creciente dificultad en las relaciones exteriores hizo que algunos políticos impulsaran la creación de un ministerio para tratar las relaciones exteriores de Chile. Abdón Cifuentes fue el impulsor de la creación del Ministerio de Relaciones Exteriores, mediante una ley promulgada el 2 de diciembre de 1871.
El ministerio le fue confiado a Adolfo Ibáñez, quien tenía una corta experiencia como ministro plenipotenciario en Lima, pero suficiente para iniciar la tarea de enfrentar las tensas relaciones exteriores con Perú, Argentina y Bolivia.
Reformas a la Constitución
En julio de 1873 la fusión liberal-conservadora se rompió, como resultado del conflicto a propósito del decreto del ministro Abdón Cifuentes sobre los exámenes de los colegios particulares.
En 1875 se formó la Alianza Liberal formada por liberales y radicales, a los que el Presidente atrajo con la propuesta de reforma constitucional tan anhelada por estos sectores. Las modificaciones más importantes fueron las del quórum parlamentario, la de libertad de reunión y de asociación, la de incompatibilidades y la de simplificación de la acusación ministerial.
Esto tuvo como efecto principal debilitar y disminuir las atribuciones del Presidente de la República.
Otras iniciativas
Además, las cámaras confiaron la generación del poder electoral a las Juntas de Mayores Contribuyentes, desplazando al Ejecutivo de estas tareas.
En otro ámbito, una comisión encabezada por Manuel Carvallo se abocó a la tarea de reemplazar la legislación hispana en los asuntos del tratamiento de delitos. El resultado fue el Código Penal de 1874.
Simultáneamente, mediante una ley especial, se establecieron la organización y atribuciones del Poder Judicial.
