El verdadero nombre de este pintor post-impresionista era Eugène Henri Paul Gauguin, nació en Paris, Francia, el 7 de junio de 1848. Jefe de filas de la Escuela de Pont-Aven e inspirador de los Nabis, su obra está considerada entre las más importantes de entre los pintores franceses del Siglo XIX.
Sus experimentos sobre el color y el conjunto de su obra influyeron en la evolución de la pintura, en especial sobre el fauvismo, movimiento que se desarrolló entre 1898 y 1908.
De familia liberal, era hijo de Clovis Gauguin, un periodista antimonárquico y de Aline Marie Chazal. Descendiente de terratenientes españoles de América del Sur y del virrey del Perú. La feminista socialista Flora Tristán era abuela de Paul Gauguin por parte de madre.
Cuando Paul tenía tan sólo un año, su familia tuvo que huir a América tras el golpe de Estado de Napoleón III en 1851. Durante el viaje su padre murió y su madre tuvo que recurrir a la hospitalidad de sus parientes en Lima (Perú). En esta ciudad pasó sus primeros años de infancia.
En 1855 regresan a Francia, a Orleans y se instalan en casa de un tío de Paul, Isidore. Gauguin estudiará en Orleans entre 1859 y 1865. Se embarca en la marina mercante siendo aún muy joven, y luego en la Armada Francesa, en la que sirve a bordo de la corbeta «Jerôme Napoléon».
A su regreso a Francia en 1870, se convirtió en agente de cambio para la empresa Bertin en la Bolsa de París, teniendo bastante éxito en sus negocios. Llevó una vida burguesa y acomodada junto a su mujer, la danesa Mette-Sophie Gad, y sus cinco hijos: Émile, Aline, Clovis, Jean-René y Paul-Rollon.
Su primer maestro artístico será Camille Pissarro de cuya mano entra en el grupo impresionista, participando con ellos en varias exposiciones. También le llamará la atención Edgar Degas.
En 1882 numerosos agentes de Bolsa son despedidos, entre ellos Gauguin, que empieza a pensar en vivir de su pintura. Las dificultades económicas, problema con el que convivirá siempre, motivan el traslado en 1883 a Rouen porque la vida allí era más barata. Pasan dos años en los que no sabe muy bien qué hacer, llegando a trabajar como representante de toldos, viajando entre Rouen, París y Copenhague hasta que en 1886 decide instalarse en París junto a su hijo mayor, dejando al resto de la familia en Dinamarca.
Ese mismo año se traslada a Pont-Aven, en la Bretaña francesa, donde su pintura cambiará radicalmente, abandonando el Impresionismo e iniciando un camino más personal con un colorido más intenso y un mayor simbolismo. Pero Gauguin es el eterno viajero que desea huir desde su infancia por lo que se traslada a Panamá, donde trabaja en el Canal que se está construyendo, y a Martinica, lugar en el que se relaciona por primera vez con el exotismo que caracterizará su pintura.
Las pinturas de Gauguin presentan alteraciones en las líneas y en el color; pero es más simbólica que expresionista, pues para él lo más importante era el mundo de los sentimientos y la realidad interna y espiritual, y no representar las cosas tal y como las veía. Gauguin fue la figura central del nuevo movimiento conocido como sintetismo o simbolismo, vigente durante la década de 1890, cuyos seguidores formaban el grupo de los Nabis.
De regreso a Francia y tras un breve paso por París, se instala de nuevo en Bretaña, concretamente en Le Pouldu. Aquí experimenta de nuevo un cambio en su forma de pintar gracias a la influencia del arte oriental, que le llevará a un mayor sintetismo. En esos momentos pinta obras como «La visión después del sermón«, «El Cristo amarillo» o «La bella Angela«.
La estancia bretona se vio interrumpida por una breve temporada con Vincent van Gogh en Arles, relación de la que ambos salieron mal parados, aunque conservaron la amistad.
Su nuevo sueño es marcharse a Tahití, llegando a Papeete en 1891. Piensa ganarse la vida haciendo retratos pero decide retirarse de la civilización y vivir con una joven mestiza. El primitivismo y el simbolismo marcan su pintura, como se observa en «Yo te saludo«, «María, La mujer con la flor«, «Tierra deliciosa» o «Diversiones«.
En septiembre de 1893 regresa a París, donde espera el reconocimiento de su talento y el éxito económico, pero ocurre lo contrario por lo que en junio de 1895 se traslada de nuevo a Oceanía, desesperado, enfermo, alcohólico y solo.
Las Marquesas será su nuevo destino y allí hará sus obras más famosas: «Never more«, «Los jinetes«, «Joven con el abanico«, «Cuentos bárbaros«, «¿De dónde venimos?», «¿Qué somos?», «¿Adónde vamos?» o «Y el oro de sus cuerpos«, obras en las que pone de manifiesto su intención de romper absolutamente con la tradición realista.
Gauguin empieza una importante campaña a favor de los indígenas y al tener dificultades con las autoridades de Tahití, abandona la isla y se traslada a Atuana, donde intenta aislarse lo más posible con una muchachita muy joven y en una cabaña confortable; morirá, al parecer de un ataque cardíaco, el 8 de mayo de 1903, soñando con regresar a Europa y volver a empezar, esta vez en España.