La explotación intensiva de bosques puede ser señalada como la causa fundamental de los desastres naturales que sufren algunos países del mundo.
La utilidad de los recursos forestales no radica sólo en la producción de materias primas y bienes económicos, sino en el papel esencial que desempeñan en el funcionamiento del sistema natural, sin ellos no pudiera existir vida alguna.
Es habitual distinguir entre bosques tropicales y templados. La superficie cubierta por bosques tropicales es de 1.760 millones de hectáreas y la de bosque templado es de 1.640 millones de hectáreas.
En los países en desarrollo el área forestal supera los 1.000 millones de hectáreas las cuales están siendo consumidas a un ritmo de 15 a 20 millones anuales, esta deforestación se lleva a cabo a expensas del bosque tropical, que tiene una importancia fundamental.
Las principales funciones de los recursos forestales pueden agruparse en protectivas, reguladoras y productivas a nivel del ecosistema, y adquieren valor económico.
Todas las funciones pueden ser manejadas por el hombre a fin de llevar al máximo todos los beneficios de su uso que nos otorgan los recursos forestales. Lamentablemente no hay un control de deforestación, es por esto que la gran mayoría de los bosques están expuestos a desaparecer.
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