La marea roja es producida por diversas microalgas presentes en los distintos océanos del planeta. Se puede observar tanto en agua salada como en agua dulce. Se llaman mareas rojas porque algunas de estas microalgas producen un color rojo en las aguas, pero existen mareas rojas que producen otros colores como verde, pardo, amarillo, anaranjado, etc. La gran mayoría no produce cambio de color de las aguas. De los miles de tipos de mareas rojas, sólo un bajo porcentaje son nocivas (dañinas) para el ser humano (10% aproximadamente del total).
Las mareas rojas se producen por un aumento de la población total de algún tipo de microalga, debido a diferentes factores oceánicos como temperatura, luminosidad, salinidad, corrientes, etc.; y por otros factores como la contaminación producida por el ser humano y que finalmente es eliminada en el mar. Es por este motivo que a la márea roja también se le llama Florecimientos Algales Nocivos (FAN).
Dinoflagelados
La marea roja es producida por unos diminutos seres unicelulares planctónicos llamados dinoflagelados, en especial por la especie Alexandrium (Gonyaulax) catenella y por otras especies, sobre todo del género Peridinium.
Estos dinoflagelados están siempre presentes en el mar, y normalmente producen la toxina que provoca la enfermedad (que en algunos casos puede ser mortal), pero están en concentraciones tan bajas que no causan problemas. Cuando se dan las condiciones, las poblaciones de dinoflagelados aumentan en forma desproporcionada y los moluscos filtradores comienzan a acumular las toxinas, hasta que ellos mismos se tornan venenosos.
La marea roja puede causar graves pérdidas a los pescadores artesanales que viven de la captura de bivalvos, en especial de mitílidos (choros y cholgas), ya que cuando ésta se desarrolla la captura de bivalvos no puede ser consumida y es decomisada.
Prevención
La única forma de prevenir una intoxicación es evitando comer moluscos que hayan sido extraídos en zonas sospechosas de contaminación con marea roja.
Es importante tener presente que la cocción o congelación del marisco no destruye la toxina, por lo tanto no evita la intoxicación. Después de una marea roja, los mariscos pueden retener la toxina durante semanas o meses.