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Vegetación y aridez

La vegetación característica de las zonas desérticas posee condiciones especiales para soportar grandes periodos de sequías y con constante escasez de agua. Por ello, muchos de los arbustos típicos de este tipo de biomas desarrollan hojas pequeñas y recubiertas por sustancias impermeables que minimizan al máximo la pérdida del vital elemento. Además, existen algunas plantas con hojas y tallos de gran tamaño, que sirven de depósitos para almacenar la mayor cantidad de agua que sea posible en las épocas de mayor aridez. También, el color verdoso ayuda a evitar el sobrecalentamiento superficial.

Muchas de las especies vegetales sincronizan sus ciclos de vida con los periodos de lluvia y solo crecen cuando hay suficiente humedad. Cuando precipita sobre la árida superficie, las semillas germinan, las plantas se desarrollan e, incluso, algunas presentan vistosas flores.

Las raíces de arbustos y cactáceas también poseen modificaciones sorprendentes. Estas pueden variar entre algunas de ubicación superficial, que aprovechan la escasa humedad para sobrevivir, y otras que crecen profundamente, en busca de las capas subterráneas de agua.

En zonas desérticas en las que la salinidad es bastante alta, algunos arbustos y cactáceas han desarrollado glándulas excretoras de sal, beneficiando su supervivencia.

Fauna y supervivencia

Sobrevivir a las condiciones extremas de cualquier desierto no es tarea fácil. Todos los seres vivos deben acondicionar su organismo y comportamientos a las extremas temperaturas, escasez de agua y alimento, pero aún así es posible encontrar una gran cantidad de roedores, insectos, mamíferos y aves.

Una de las conductas más habituales es la activación nocturna de los animales que viven en el desierto, como zorros, coyotes y liebres. Muchos de ellos se entierran durante el día o permanecen en sus madrigueras para protegerse del calor y evitar así a los depredadores. Pero basta que el Sol comience a ocultarse en el horizonte para que la vida se reactive de manera sorprendente.

Así, encontramos especies como la Tarántula del desierto (Aphonopelma chalcodes), que pasa todo el día en su madriguera esperando que baje el Sol para reaccionar con gran rapidez ante su presa, o la Rata canguro del desierto (Dipodomys deserti), que duerme durante todo el día bajo tierra para recorrer por la noche largas distancias en busca de su alimento.

Permanecer de pie durante mucho rato tampoco es posible, ya que durante el día la temperatura en los desiertos es bastante elevada, al igual que la radiación solar. Al existir muy pocos espacios de sombra, algunos animales han desarrollado un comportamiento especial para caminar y no quemarse las patas. El Lagarto de collar (Crotaphytus collaris) refresca sus pies levantando sus patas del suelo, de a una o de a dos por vez, mientras que el ave llamada Correcaminos (Geococcyx californianus) prefiere correr rápidamente por la superficie para no quemarse.

El hombre y su impacto en el desierto

Al igual que los organismos vegetales y animales que lo habitan, el hombre también ha hecho del desierto su hogar. Si bien estos territorios son una de las zonas con menor densidad poblacional, en ellos podemos encontrar algunos pueblos que desde hace siglos practican, principalmente, el pastoreo y la agricultura (mediante el riego asistido).

Actualmente, las regiones desérticas de Medio Oriente han sido invadidas por la industria petrolera, transformando considerablemente el paisaje natural e irrumpiendo en el hogar de muchas especies. Incluso, todos los desechos producidos contaminan de forma irreversible el ambiente desértico y las escasas fuentes de alimento y de agua que existen en estos sectores.

En Norteamérica, la explosión de los centros urbanos ha alcanzado algunas zonas desérticas, trayendo consigo no solo los problemas de polución propios de estos asentamientos, sino también incorporando la agricultura de regadío para sustentar las necesidades alimenticias de la población.

De esta manera, se introducen especies foráneas, se agotan los escasos recursos hídricos existentes y el desierto se vuelve «verde», dejando atrás su principal característica: la aridez.

Otro de los grandes problemas que enfrentan los sectores inmediatamente contiguos a los desiertos es el proceso de desertificación, es decir, la expansión de los desiertos hacia la periferia de los desiertos naturales, lo cual trataremos más a fondo en capítulos posteriores.

Desiertos del mundo

Entre los mayores desiertos de nuestro planeta, destacan:

Desierto del Sahara: es el de mayor extensión del planeta, sobrepasando los 9 millones de kilómetros cuadrados. Ocupa casi la mayor parte de la franja septentrional de África, desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo. Abarca los países de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Chad, Niger, Mali y Mauritania, aunque sus límites muchas veces se vuelven difusos, producto del avance de las tierras desérticas y de los conflictos entre algunos países. El Sahara se presenta como una llanura elevada, con una altitud promedio de casi 400 msnm. Es considerado el más caluroso del mundo. La arena al mediodía está tan caliente que quema en cuestión de segundos.

Desierto de Gobi: extensión desértica que abarca desde el norte de China hasta el sur de Mongolia.

Considerado como un desierto frío (posee temporadas extremas, como veranos calurosos e inviernos con temperaturas que bordean los 0ºC), ocupa cerca de 1 millón 300 mil kilómetros cuadrados de superficie en el continente asiático. El terreno está continuamente azotado por los vientos y carece casi en absoluto de árboles. Desierto de Gobi.

Desierto de Kalahari: se extiende por los territorios de Botswana, Namibia y Sudáfrica, al sur del continente africano.

Alcanza unos 500 mil kilómetros cuadrados, presentando condiciones bastante áridas y suelos arenosos. Si bien presenta condiciones extremas durante gran parte del año, existe una mayor abundancia de precipitaciones.

Desierto de Sonora: abarca parte del suroeste de California (EE.UU.) y la parte norte de México. Es uno de los desiertos más calurosos del mundo y debe su nombre a uno de los estados mexicanos donde se ubica.

Desiertos australianos: la superficie australiana alberga tres importantes formaciones desérticas. Ellas son el Gran desierto de Arena, el desierto de Gibson y el Gran desierto de Victoria. El primero de ellos corresponde a una árida región ubicada al noroeste de Australia, mientras el desierto de Gibson constituye una reserva natural que alberga no solo importantes dunas, sino también salares y herbazales.

Por último, podemos decir que el Gran desierto de Victoria es el que está ubicado más al sur, extendiéndose por 750 kilómetros de este a oeste.

Datos Icarito

¿Qué porcentaje de la superficie terrestre ocupan los desiertos?
Aproximadamente, un 20%.

¿De dónde proviene la palabra Kalahari?
De la palabra tswana Kgalagadi, que significa gran sed.

¿Cuál es la montaña más alta del Sahara?
Se denomina Emi Koussi y alcanza los 3.415 msnm.

¿Qué peso puede alcanzar la joroba del camello?
Cerca de 14 kilos.


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