El reino animal agrupa una enorme variedad de organismos, desde algunos pequeños como las esponjas y las hormigas, hasta otros de gran tamaño, como elefantes y ballenas. Diferentes formas, colores, estructuras y complejidad para, aproximadamente, un millón de especies conocidas que habitan nuestro planeta.
A pesar de las enormes diferencias, existe una serie de características generales que comparten todos los animales que habitan la Tierra. Todos son organismos multicelulares eucariontes, es decir, sus células poseen núcleo definido.
Además, estas mismas células participan en tareas específicas y, en organismos más complejos, forman tejidos y órganos. La mayoría cuenta con un sistema nervioso que les permite captar y responder a diversos estímulos, así como también con un sistema reproductor con células especializadas para perpetuar la especie.
Pero a pesar de contar con importantes sistemas de supervivencia, ningún animal ha sido capaz de sortear la amenaza latente de su extinción definitiva. Ninguna especie está a salvo y la vulnerabilidad de muchas aumenta día a día, principalmente por el gran impacto, acentuado a partir de la Revolución Industrial, que las actividades humanas han venido causando al planeta.