Nació en Santiago el 27 de julio de 1603 y murió en Lima en mayo de 1651. Fue hijo de Francisco Rodríguez del Manzano y Ovalle, y de María Pastene Lantadilla. Su padre había participado en la Guerra de Arauco y había desempeñado varios cargos de importancia en el Cabildo de Santiago. Su madre era descendiente de Juan Bautista Pastene, y al matrimonio aportó tierras en Puangue y Peñalolén.
Labor sacerdotal
Luego de 8 años en Córdoba, Alonso de Ovalle tuvo que regresar a Chile, donde terminó sus estudios de Teología y fue ordenado sacerdote, después de 11 años. Aquí desarrolló una diversidad de tareas: fue profesor de Filosofía, estuvo a cargo de la Cofradía de Nuestra Señora de Belén, integrada por esclavos negros; y fue misionero en La Ligua y Santiago.
En 1640 fue nombrado procurador de la viceprovincia jesuita de Chile, cargo que lo obligó a estudiar a fondo la realidad del Reino, lo que sería la base para la redacción de su principal obra.
Un relato vivo y científico
Alonso de Ovalle debió viajar primero a España y finalmente a Roma, a donde llegó en 1644. En la ciudad italiana empezó a escribir su gran obra titulada Histórica Relación del Reyno de Chile, la que publicó en 1646.
El escrito tiene el mérito de salir de la simple crónica, para desarrollar una historia viva y científica, que no relata lo pasado con el cansancio erudito, sino con una fina prosa, expresión de su gran conocimiento del idioma. El autor abarca una gran diversidad de temas, algunos muy novedosos, tales como el suelo, el clima, la flora, la fauna y los minerales de Chile, así como las costumbres tanto de los naturales como de la sociedad colonial, describiendo sus respectivas formas de vida. Asimismo, en su obra Alonso de Ovalle intenta realizar una geografía descriptiva de Chile, completándola con una serie de mapas.