Vicent van Gogh fue un notable pintor holandés, hijo de un pastor protestante llamado Theodorus. Nació en Groot-Zunder, en Brabante, el 30 de marzo de 1853. Su madre se llamaba Cornelia.
A los 16 años empezó a trabajar en la sucursal en La Haya de la galería de arte Goupil, para la que siguió trabajando en Londres y París entre 1873 a 1876.
Un estudio autodidacta y casi obsesivo de la Biblia le llevó de nuevo a Gran Bretaña a ejercer de instructor y evangelista en Ramsgate y en la Jones Methodist School de Isleworth.
De regreso a Holanda (1877) trabajó de librero, mientras preparaba estudios de teología en la Universidad de Amsterdam, a los que renunciaría un año más tarde.
Sin abandonar su idea de dedicarse a la carrera eclesiástica, siguió un curso misional en Bruselas y marchó como misionero laico.
Al fracasar como misionero (1880), continuó residiendo allí como un vagabundo e intensificó la práctica del dibujo bajo la influencia de la obra de Jean-Francois Millet, uno de los artistas que desde siempre admiró.
Vivió luego en Bruselas, donde su hermano Théo lo socorrió económicamente.
En 1881 vivió junto a sus padres en Etten, y a fines del mismo año, en La Haya, su primo Anton Mauve, conocido paisajista, le animó y aconsejó en sus primeros pasos como pintor.
Su actividad de artista voluntariamente marginado de los gustos imperantes y diversas experiencias amorosas y sentimentales fracasadas, lo llevaron a refugiarse de nuevo junto a sus padres, ahora en Nuenen (1883).
A los 27 años, Van Gogh había trabajado en una galería de arte, había dado clases de francés, había sido estudiante de teología y evangelizador entre los mineros de Wasmes, en Bélgica.
Las vivencias como predicador se reflejan en sus primeras composiciones sobre campesinos, de las cuales la más conocida es la tosca y directa «Aldeanos comiendo patatas» (1885, Museo Vincent van Gogh, Amsterdam, Holanda). Esta obra es uno los diez únicos grabados que el pintor hizo a lo largo de su carrera.
Muerto su padre, marchó a Amberes donde se matriculó en la Academia de Bellas Artes, siendo ubicado en la clase de principiantes; allí estudió a fondo la obra de Rubens.
Vivió luego con Theo en París (1886), donde, en el taller de Cormon, conoció al pintor Toulouse-Lautrec, y a diversos representantes del movimiento impresionista. Dos años más tarde se trasladó a Arlés.
Su salud mental gravemente quebrantada, lo llevó a cortarse el lóbulo de la oreja derecha y, poco más tarde, a recluirse voluntariamente en una casa de salud de Saint-Rémy, la cual no abandonaría hasta 1890, cuando ya en París era reconocido su genio.
En Saint-Rémy, en el asilo de Saint Paul y en Auvers sur Oise, pintó durante los 15 meses que estuvo internado (mayo 1898 – julio 1890), alrededor de 90 telas, las cuales fueron expuestas, por primera vez, en el Museo Metropolitano de Nueva York.
El 27 el julio de 1890 se disparó un tiro en el pecho. Luego se dirigió al campo de trigo de Auvers sur Oise a pintar, y finalmente volvió a su cama herido de muerte. Falleció dos días después, el 29 de julio. Junto a su cuerpo se encontró una carta inconclusa dirigida a su hermano que decía lo siguiente: «Pues bien, en mi trabajo arriesgo mi vida y en él mi razón se ha hundido a medias…«.
Van Gogh, antes de suicidarse, pintó la que sería una de sus últimas láminas, «Campo de Trigo con Cuervos«.
Desde 1880 hasta 1890, Van Gogh realiza cerca de 750 pinturas y alrededor de 1600 dibujos, pasando por diferentes etapas de creación.
Vincent van Gogh escribió a su hermano Théo más de 700 cartas (publicadas en 1911), las que constituyen un valioso documento sobre la vida y producción del artista.
Su estilo artístico
Ubicar a Vincent van Gogh en una corriente artística es difícil. Algunos lo catalogan como impresionista y otros como postimpresionista. El simbolismo lo reclama como uno de los suyos.
Es considerado el precursor del fauvismo y los expresionistas alemanes lo llaman su primer maestro.
Sin embargo, Van Gogh es definido como un postimpresionista que se caracterizó por una pincelada gruesa, larga, ondulante y circular. Los colores de sus obras iban desde los oscuros (ocre y siena) a las tonalidades más intensas.
Van Gogh, como todo artista, evolucionó tanto su estilo como su temática. El período holandés, también conocido como «pintura negra», estaba ligada a los temas sociales.
Sus primeras composiciones eran oscuras y sombrías, obras que ponen en evidencia el intenso deseo de expresar la miseria y los sufrimientos de la humanidad tal y como él los vivió entre los mineros de Bélgica.
En Amberes comienza a pintar con colores más claros, proceso que culmina en la Provenza, lugar donde se libera de todo residuo realista. Van Gogh llegó a pintar, en esta época, casi 200 cuadros.
Su hermano, Théo Van Gogh, es quien lo contacta con los impresionistas en París (1886). Experimenta con sus teorías y se interesa por el arte japonés, especialmente por los grabadores Hiroshige y Hokusai.
En este momento el artista comienza a estudiar las flores y los paisajes de París. Es la época de los girasoles y de «noches estrelladas», una serie de 45 retratos. Destacan «Café de la Tarde» y el «Café de la Noche».
Más adelante adoptó los brillantes matices pictóricos de artistas franceses como Camille Pissarro y Georges Seurat.
Cuando deja París en 1888, se traslada a la Provenza con la intención de formar, junto a algunos de sus amigos un «Taller de Mediodía». En la Provenza, pintó escenas rurales, cipreses, campesinos y otras escenas de la vida de la región.
Durante ese período en que vivió en Arles, Vincent empezó a utilizar las pinceladas ondulantes y los intensos amarillos, verdes y azules. U
Usando esta técnica dio a luz obras tan famosas como «Dormitorio en Arles» (1888, Museo Vincent van Gogh) y «Noche estrellada» (1889, Museo de Arte Moderno, Nueva York, Estados Unidos). Del mismo período son «Descargadores en Arles» (1888) y «Les Vessenots en Auvers» (1890), ambas expuestas en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Mientras residía en Arles, convenció al artista Paul Gauguin para que lo visitara. Dos meses habían transcurrido cuando comenzaron a tener violentos enfrentamientos que culminaron en una pelea en que Van Gogh llegó al extremo de amenazarlo con una navaja.
Fue tanto su remordimiento que Vicent entró en una profunda depresión que lo llevó a cortarse parte de la oreja derecha. Los cuadros que pintó, correspondientes a una serie de autorretratos, lo muestran con una vendaje que cubre la oreja cercenada.
Durante el tiempo que estuvo internado en el hospital de Arles y en el manicomio de Saint-Rémy, siguió pintando preso de varios ataques de locura.
Cuando estuvo tres meses en Auvers bajo la atención de un cordial y compresivo médico, pintó «El doctor Paul Gachet» (1890, Museo de Orsay, París).
Era un artista puro, muy aficionado a la lectura, preocupado por lo estético y un buen conocedor de la historia de la pintura. Las cartas a su hermano Theo revelan, casi día a día, su compleja personalidad y los temas que más le preocupaban.
En su último período, Van Gogh retoma, en ciertos momentos su época expresionista. Pero, por sobre todo, su obra refleja el estado de su atormentada alma. Los colores se rompen, abundan los grises y los ocres. Las formas son convulsivas y las perspectivas alucinatorias. Le atraen los cipreses, los olivos y las montañas.
Días después de terminar «Cuervos sobre el trigal» (1890, Museo Vincent van Gogh), se dispara un tiro en el pecho el 27 de julio de 1890 y murió dos días más tarde.
Van Gogh, para algunos, se convirtió en el símbolo de un artista rebelde y sensible, que abrió el camino para las vanguardias artísticas del siglo XX: el fauvismo y el expresionismo alemán.
La valoración estética de su obra -en vida sólo vendió un cuadro, llamado «Viñedo Rojo» en una miserable suma de dinero- intensificada en la segunda posguerra mundial, después que el nazismo proscribiera su arte por decadente, ha llevado aparejada una altísima valoración económica de sus cuadros.
El Museo Nacional Van Gogh de Amsterdam, inaugurado en 1973, conserva la colección más completa de sus obras.