Nació en Concepción el 22 de diciembre de 1798. Hijo de Juan Manuel Vidaurre Ugalde de la Concha y de Isabel Garretón.
A los 15 años de edad, en 1813, se enroló en las milicias del Ejército patriota como soldado raso, combatiendo en las campañas en el Sur bajo las órdenes del general Gregorio de las Heras. Esto le significó un rápido ascenso, hasta que en 1817 fue promovido a capitán. Combatió en el asalto a Talcahuano, en Cancha Rayada, y en los Llanos de Maipú en 1818.
Contrajo matrimonio con Valentina Palma con la que tuvo cuatro hijos: Filemón, Emilio, Josefa e Isabel.
En 1820 ya formaba parte del Estado Mayor del Ejército. En tales condiciones, tres años más tarde participó en las campañas militares de Chiloé ascendiendo a sargento mayor. Después de las batallas de Osorno y Lircay en 1830, fue promovido a coronel. No obstante su destacada carrera militar, estuvo relacionado desde sus primeros años en amotinamientos en contra de sus jefes: primero contra el general José Joaquín Prieto en 1823 en Rancagua; luego contra el general Francisco Antonio Pinto en 1828.
Estas actuaciones en los primeros años de Organización de la República, le significaron ser reconocido como una persona de ideas políticas cambiantes y ser sugestionable a la opinión pública o al círculo de amigos o partidarios que lo rodeaba.
Vidaurre murió en 1837, cuando fue ejecutado tras ser encontrado culpable de la muerte del ministro Diego Portales.
Hombre contradictorio
La personalidad de Vidaurre ha sido objeto de encontrados análisis por parte de los estudios históricos de Francisco Antonio Encina y Benjamín Vicuña Mackenna.
El primero lo sindica como un hombre de acciones contradictorias, ya que a pesar de ser un protegido de Portales, mantuvo contactos con una parte de la aristocracia penquista que era de acérrima oposición al ministro.
Por su parte, Vicuña Mackenna lo convierte en un símbolo y precursor de las ideas liberales, por su oposición a la conducción autoritaria del gobierno que realizó Portales entre 1830 y 1837, y por su negativa a ser parte de una campaña militar expedicionaria que el ministro promovía contra el Perú.
Historia de una enemistad
La enemistad de Vidaurre con Portales se inició con motivo del viaje del primero a Valdivia, para sofocar una rebelión e investigar la conducta del gobernador Riveros en 1832. El conocimiento de los hechos en esa ciudad sureña, lo movió a suponer de parte del ministo vejaciones dictatoriales con el gobernador y con las ciudades del Sur.
A pesar de ello, a su regreso a Santiago en septiembre del mismo año, Vidaurre cultivó una especial amistad con Portales, debido a que el ministro lo salvó de que fuera llamado a retiro, como había sido la política con respecto a los antiguos oficiales de la época de la Independencia. Lo nombró en un cargo militar en Valparaíso, y luego en 1833 en la Comandancia General de Armas de Santiago. Esta adhesión a Portales encontró oposición en sus amigos del Sur, y Vidaurre volvió a cambiar de opinión por ellos, pidiendo ser reintegrado a su batallón en 1834.
Se opone a la guerra contra la Confederación
La proximidad de guerra contra el mariscal Santa Cruz fue lo que llevó a Vidaurre a enemistarse definitivamente con Portales, por considerarla una acción sin sentido. Encina señala, además, que agentes de Santa Cruz se habrían relacionado con él, a través de militares amigos y de su hermano Agustín.
En 1837, el traslado de su batallón Maipú a Santiago y después a Valparaíso, le hizo reunirse nuevamente con Portales a su paso por la capital, donde conoció el ánimo que había en el gobierno y en la ciudad con relación a la posible guerra. Al contrario, la posición de Vidaurre era terminar esa campaña prontamente para retirarse del servicio militar y descansar en el Sur.
Se reunió con su batallón acantonado en Quillota, donde finalmente -junto a su hermano Agustín y otros oficiales- comenzó a planificar un amotinamiento como negativa a participar en la expedixión militar al Perú. Sin embargo, no logró reunir a más oficiales en su motín.
La muerte de Portales
Estando acantonado en Quillota, la visita de Portales para una revista al regimiento le dio la posibilidad de enfrentar al ministro. Lo tomó prisionero el 3 de junio de 1837, en nombre de una revolución de liberales en Concepción, que se oponían a la guerra por estimarla funesta para el país. Confiando su custodia al capitán Santiago Florín, Vidaurre salió hacia Valparaíso donde combatió en la Batalla de Barón contra el Ejército dirigido por Manuel Blanco Encalada.
El 6 de junio el capitán Florín salió de Quillota con el ministro encadenado al interior de un carruaje, y cuando se aproximaba al sitio de la batalla ordenó fusilar a Portales. Aparentemente, había recibido órdenes de Vidaurre para tal cometido, pero esta cuestión nunca fue probada en su totalidad.
Ejecutado públicamente
Derrotado Vidaurre, este eludió la persecusión que se ordenó en su contra por casi cuatro meses, pero finalmente fue hecho prisionero y encerrado a bordo del bergantín Teodoro en Valparaíso. El gobierno de José Joaquín Prieto ordenó la realización de un consejo de guerra, el que lo encontró culpable de la muerte de Portales y lo condenó a un ajusticiamiento público. Fue ejecutado en la plaza Orrego en el puerto de Valparaíso, el 4 de octubre de 1837.
Sus acciones despertaron entre sus contemporáneos un fuerte rechazo así como también gran apoyo. A su primo José Antonio Vidaurre, quien lo había combatido en el cerro Barón- por ejemplo, le fue concedido el permiso de colocar el nombre-título de Leal antes de su apellido Vidaurre, hasta por cuatro generaciones posteriores, el cual se convirtió después en un nuevo apellido.