El teatro es la rama del arte escénico relacionada con la actuación, en la cual se representan historias frente a una audiencia. Es también un género literario que comprende las obras escritas, pensadas para ser representadas ante un público.
Una representación teatral consta sólo de dos elementos esenciales: actores y público.
La representación puede ser mímica, es decir sin hablar, solo usando gestos corporales, o utilizar el lenguaje verbal. Los personajes no tienen por qué ser seres humanos; los títeres han sido muy apreciados a lo largo de la historia, así como otros recursos escénicos. Se puede realzar una representación por medio del vestuario, el maquillaje, los decorados, los accesorios, la iluminación, la música y los efectos especiales. Estos elementos se usan para ayudar a crear una ilusión de lugares, tiempos, personajes diferentes, o para enfatizar una cualidad especial de la representación y diferenciarla de la experiencia cotidiana.
Existen diferentes estilos de teatro, como la comedia y la tragedia.
La comedia es un género dramático que se caracteriza porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida cotidiana, movidos por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace burla de la debilidad humana.
El protagonista, es decir el actor principal, suele representar un ser común y corriente y presentar un arquetipo, es decir, una persona con una cualidad particular muy marcada, como el mentiroso, el charlatán, el fanfarrón, el pícaro, el enamorado, entre otros. Generalmente, es también crédulo e inconsciente y, a diferencia de la tragedia, donde el personaje protagonista tiene un profundo sentido ético y del deber, en la comedia el personaje protagónico considera su moral como una cualidad no muy importante, lo que le permite ser muy vital y despreocupado, aunque esto es más bien un obstáculo para el personaje.
Por su parte, la tragedia es una forma teatral cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa e inevitable contra el destino o los dioses, moviéndose casi siempre hacia un desenlace terrible por una fuerza ciega, llamada fatalidad, sino, hado o destino, anunciado siempre por diversos oráculos. Las tragedias acaban generalmente en la muerte o en la destrucción física, social, intelectual o moral del personaje principal, quien es sacrificado por su orgullo insolente frente a su destino. También existen las tragedias de sublimación, en las que el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la admiración del espectador.
El teatro también puede tomar otras formas como la ópera, el ballet, la ópera china y la pantomima.
¿Sabías que?
La ausencia perceptible de sonido es el silencio, aunque es una sensación relativa, ya que el silencio absoluto no se da en la naturaleza.