Más que una historia de fantasía o algo por el estilo quiero hablar del futuro de los estudiantes.
Me llamo Jéssica, tengo 16 años y un saco con 1001 sueños por cumplir, cada unos de ellos los he ido cumpliendo cueste lo que cueste…
Muchas personas se toman la vida muy a la ligera, quizás eso esté bien pero tienen que poner los pies en la tierra, aterrizar y pensar que lo que uno hace hoy, mañana se efectuarán sus actos.
Ya no estoy para estar cometiendo pequeños errores ni dañando a la gente con lo que uno hace, porque he aprendido a escuchar y luego actuar, algo muy difícil pero que se logra.
Este año tengo muchas metas que cumplir: quiero salir con un buen tercero medio, con mi preuniversitario satisfactorio y además estudio inglés. Quiero ser la mejor, porque uno entre más sabe es más fácil su futuro, por eso mis ganas de saber idiomas. Recientemente me ha estado entrando la idea de aprender chino mandarín porque al fin y al cabo tendré que hablarlo.
Mi idea no es estar acá en Arica, mi ciudad natal, ni dentro de mi gran país, sino que en Australia y poder vivir allá.
Siento una pasión por un país y es México, quiero ir a estudiar allá pero cuando me encuentre en la universidad.
Mi futuro aún no lo sé pero lo que sé es que si quiero algo solo depende de mi.
Si están leyendo esto es porque tienen internet en sus casas. Pero, ¿acaso ustedes lo pagan?, ¿ustedes pagan el computador?, ¿la luz?, ¿la comida que tienen? No, son nuestros padres que dan el todo por el todo por nosotros… hay una sola manera de pagarles, y es que se sientan orgullosos de sus hijos.
Quizás no sea la persona indicada para hablar de esto pero me importa, tuve miedo entrar a tercero medio pero no porque me va mal en el colegio, porque no es así, me siento feliz de mis resultados aunque podría sentirme orgullosa pero no… el miedo que tuve es crecer, aprender y ya decirme a mí misma que ya no soy la peque de unos 10 años atrás, que no me darán todo como antes si no que ahora depende de mi.
Es simple: ¿saben cómo lo tomé yo? Aprendí, me lo tomé como un desafio, porque si no estaría espantada, pero no lo estoy. Tengo ganas de entrar y poder desafiar el colegio, tercero medio y todo lo que hago.
Ahora, si me tropiezo tendré que levantarme rápidamente, porque desde ahora empiezo a exigirme ya que me queda poco y tendré que exigirme más, no quiero tomarlo tan a pecho porque hay que disfrutar, tampoco soy perna.
Me encanta salir, pero un consejo: piensen qué quieren hacer o proponerse en sus vidas.
Tenemos todo y nuestros padres ¿qué hicieron para esto?: trabajar estudiar, luchar por nosotros y si no lo ven así, véanlo por orgullo mismo.