Hace tiempo cuando las tortugas eran igual de lentas que ahora, nació una tortuga muy linda, tan linda que todas se quedaron admiradas.Tenía el caparazón de color verde limón y además, era muy rápida.
La tortuga creció y en todas las demás crecía la esperanza de que sus hijos se casaran con ella, y las que no tenían hijos esperaban que las próximas tortugas fueran tan hermosas y tan rápidas como esta, tanto que las demás razas de animales no podrían despreciarlas.
Poco tiempo después la tortuga se volvió tan orgullosa, tan altanera y vanidosa que nadie la quería aunque no podían no mirarla y quizás por eso no se daba cuenta.
Un día llegó donde vivían estas tortugas, una totuga tan linda, tan buena y amable que toda la atención se centró en ella. La tortuga que creía ser la más bella ideó un plan para subir al cielo a buscar la estrella que la haría mucho más bella que esa tortuga «roñosa», según pensaba ella. A su único amigo, el pato, le pidió ayuda y al cielo subieron a buscar la estrella.
Subieron varios metros, pero el pato no pudo soportar tanto peso y sin querer la dejó caer hacía su cruel castigo.
Desde entonces las tortugas perdieron la oportunidad de ser bellas y más rápidas, ya que la tortuga al caer, se destrozó el caparazón y quedó coja. Pero también desde entonces tuvo verdaderos amigos porque perdió su orgullo.