Tú que caminas por las calles,
de sucia ropa y sedienta frente,
con hambre y mal gusto en tu boca
¿te gusta ser así?
El frío por las noches,
el sufrimiento por las mañanas
al ver que te miran con desprecio,
¿cómo los miras a ellos?
En tus ojos se ve la tristeza
y ganas de llorar,
como un niño sin su madre,
pobre mendigo.
Tú que caminas por el calvario,
serás un mendigo pobre,
en lo material,
pero rico… de corazón.