Juan se despertó a la mañana, se lavó los dientes, preparó su mochila y se fue a la escuela.
Como se portó muy bien, la Seño lo felicitó y le puso un diez.
Entonces, muy contento volvió a su casa y le contó a su mamá. Ella lo abrazó mucho.
Después de jugar un rato, se fue a dormir y a soñar un sueño hermoso.
¡Es tan lindo portarse bien!