Una de estas tendencias fue la música folk, popularizada por Peter Seeger en los circuitos comerciales.
Esta tendencia, afianzada en los ’60, se caracterizaba por la denuncia, en forma de canción, de las injusticias sociales y políticas. La cantante Joan Báez fue una de sus cultoras en Estados Unidos.
Sin embargo, el más genuino representante fue Bob Dylan. Su estrella comenzó a brillar en multitudinarios conciertos que, en un momento, fueron prohibidos por las autoridades por el impacto que provocaba en el público esta forma de expresarse.
Dylan alcanzó la fama definitiva con su tema «Blowin in the wind».