En 1927, Salvador Dalí, pintó sus primeros cuadros surrealistas. «La miel es más dulce que la sangre» y «Aparato y mano» fueron expuestos en el Salón de Tardor de Barcelona.
También en 1927 realizó los decorados para la obras teatrales «Mariana Pineda», de Federico García Lorca, y «La familia del Arlequín», de Adrià Gual.
En 1928 firmó el Manifiest Groc (Manifest Antiartístic Catalá), junto a Sebastià Gasch y Lluís Montanyá, en el que atacaban al arte convencional.
Sus cuadros de 1928 y comienzos de 1929 son de plena experimentación. En ocasiones utilizó arena o corcho. Incluso se acercó a la abstracción.
En 1929, volvió a París para rodar con Luis Buñuel la película «Un perro andaluz». Joan Miró lo puso en contacto con Tristan Tzara y otros miembros del surrealismo. Finalmente, fue aceptado para integrar este grupo (1930).
Nuevas exposiciones
En 1929 expuso por primera vez en París, en la Galería Goemans, donde presentó, entre otros lienzos, «El enigma del deseo» y «El gran masturbador». Más adelante expuso en la galería parisina de Pierre Colle, en 1931, 1932 y 1933. Este galerista le presentó a Julian Levy, quien se convirtió en su promotor en Estados Unidos. Entre 1933 y 1939 le organizó cinco muestras individuales.
En 1931 participó en la exhibición «The newer super-realism» en Connecticut. Durante estos años desarrolló su método paranoico-crítico y empezó a hacer sus famosos relojes deformados.
Otras de sus exposiciones destacadas fueron su primera exposición en Londres (1934), la Exposición Internacional de Tenerife (1935), la Exposition surréaliste d’objets, en París (1936) y Fantastic Art, Dada, Surrealism, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (1936).
En 1933 realizó su primer viaje a Nueva York con Gala, su mujer (ver recuadro). Editó una serie de ilustraciones dedicadas a la ciudad, que aparecieron en el American Weekly, del 24 de febrero al 5 de julio. Expuso en la galería de Julian Levy.
A su regreso a París fue expulsado del movimiento surrealista, porque no apoyó la idea de incorporar al surrealismo en el Partido Comunista. Sin embargo, su expulsión se concretó en 1941, cuando André Breton lo tildó de retórico y académico por su vuelta al clasicismo.
En la cúspide de la fama
Dalí se había convertido en un personaje muy conocido. Durante su segundo viaje a Estados Unidos en 1936 apareció en la portada de la revista Time (14 de diciembre).
Entre 1936 y 1939, durante la Guerra civil española, estuvo en Italia (Roma y Florencia), aunque durante esta estadía también hizo otros viajes, como a Montecarlo.
Quedó muy impactado por los pintores del Renacimiento y el Barroco. En 1938 participó de una exposición de los surrealistas en París.
En 1939 viajó por tercera vez a Nueva York. Hizo noticia al destruir el escaparate de la tienda de departamentos Bonwit-Teller, porque cambiaron el diseño que él les había hecho. Además publicó su manifiesto: «Declaración de la independencia de la imaginación y del derecho del hombre a su propia locura». Creó y diseñó el pabellón «El sueño de Venus» para la primera Exposición Universal, que se realizó en esta ciudad. Volvió a exponer en la galería de Julian Levy.
En la Metropolitan Opera se presentó el ballet «Bacchanal», con decorados y trajes concebidos por Dalí para los ballets de Montecarlo.
De vuelta en Europa, se instaló en Arcachon, Francia. Pero cuando este país fue invadido por los alemanes (II Guerra Mundial), partió a España a visitar a su padre y luego desde Lisboa, Portugal, se embarcó hacia Estados Unidos.
En Estados Unidos
Entre 1940 y 1948, Dalí y Gala se establecieron en Estados Unidos, primero en Hampton Manor, Virginia, y después en Pebble Beach, California.
Durante este tiempo ganó fama y dinero. Además de pintar, dictó conferencias, diseñó joyas, trabajó para los estudios de Hollywood, realizó campañas publicitarias para revistas como Vogue, ideó escenarios y vestuarios para obras de teatro, ópera y ballet.
De noviembre de 1941 a enero de 1942, el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedicó una gran retrospectiva, en la que se presentaron cuadros, dibujos y joyas. La muestra se presentó en ocho ciudades estadounidenses.
Método paranoico-crítico
El principal aporte de Dalí al surrealismo fue su método «paranoico-crítico». Inspirado en las teorías de Freud, consistía en representar imágenes oníricas (de los sueños) y objetos cotidianos de formas insospechadas y sorprendentes, dándoles un funcionamiento simbólico. Como en los relojes deformados de «La persistencia de la memoria» (1931).
Este método es su propia interpretación del surrealismo. Lo define como un «método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativa crítica de fenómenos delirantes».
Gala: su gran amor
En 1929, Dalí conoció a la rusa Helena Diakonova (1894-1982) en su propia casa. Esta lo visitó junto a su marido, el poeta Paul Eluard, el matrimonio Magritte y el galerista Camille Goemans.
A partir de ese momento, Helena, apodada Gala, se convirtió en su modelo, musa y compañera. Su matrimonio civil fue en París, a fines de enero de 1934. Lo acompañó en sus viajes por Europa y Estados Unidos. Desde 1971 a 1980, Gala vivió en el Castillo de Púbol, donde fue enterrada cuando murió en 1982.