Se han realizado diversas clasificaciones para dividir los períodos de las culturas que habitaron el noroeste argentino, pero la más aceptada en la actualidad es siguiendo su evolución hasta la colonización española: temprana (500 a.C -600 d.C), media (600 -900 d.C), tardía (900 – 1480 d.C), incaica (1480 – 1530 d.C) e hispano-indígena (desde el 1530).
Culturas tempranas
Al oeste de la actual provincia de Tucumán, nació la cultura Taif (200 a.C – 800 d.C). Estaba formada por grupos que habitaban en casas individuales con forma de medio círculo, con las entradas totalmente abiertas y con techos de cañas y murallas de adobe. Fueron principalmente agricultores que cultivaron maíz y criaron camélidos como fuente de alimento y lana, además de utilizarlas para el transporte. Se le considera los grandes maestros de la escultura en piedra, entre las que destacan sus grandes monolitos.
Algunos de estos estaban decorados con motivos en bajorrelieve y en forma de felino. También hicieron máscaras que representaron rostros humanos. La alfarería fue monocroma y decorada con motivos antro y zoomorfos y se presume formó parte de rituales religiosos, ya que era escasa comparada con la alfarería doméstica que fue mucho más simple y abundante.
Otros grandes escultores en piedra fue la cultura Condorhuasi (200 a.C – 300 d.C). Esta se desarrolló en el valle de Hualfín (Catamarca). Fue esencialmente una sociedad de pastores de llamas, de las cuales ocupaban principalmente su carne y lana, aunque también formaron parte importante de ritos y ceremonias. Se destacaron por su alfarería, ya que fue muy detallista y con variadas formas. Entre las más características están unas figuras humanas que mezclaban elementos realistas y fantásticos llamadas «suplicantes»por su extraña posición. Tuvieron cementerios con distintos tipos de tumbas: algunas eran cilíndricas de una gran profundidad, otras tuvieron una planta oval o cuadrada hechas de lajas, que contenían uno o más muertos y también hubo unas hechas especialmente para niños.
El último pueblo importante de este período fue Ciénaga (100 – 600 d.C). Aunque habitó principalmente en la actual provincia de Catamarca, estuvo repartido desde el valle Calchaquí por el norte, hasta la provincia de San Juan por el sur. Fueron grandes dibujantes con la técnica del inciso, con la cual realizaban figuras abstractas y geométricas. En la alfarería, la cestería y en algunos petroglifos usaron líneas decoradas con motivos geométricos. Sin embargo, la manifestación artística más relevante de este pueblo fue plasmar la pintura corporal, realizada principalmente con la planta Urucú, que produce pigmentos de color rojo.
Etapa Media
La única gran cultura que se produjo en este período fue La Aguada (600 al 900 d.C). Al igual que la comunidad de Condorhuasi y Ciénaga se desarrolló en la provincia Catamarca. Sin embargo, abarcó extensos lugares, incluso su influencia alcanzó hasta zonas del norte de Chile como San Pedro de Atacama. Estuvieron dirigidos por una importante elite política y religiosa que mandaba a los distintos señoríos independientes que componían esta cultura. Cada uno de los cuales venía de una línea de parentesco que descendía de un ancestro común. Aunque se dice que por la cantidad de señoríos que existieron, no hubo una autoridad única, pero igualmente compartieron un sistema más o menos común.
Fueron grandes agricultores, siendo sus principales cultivos el poroto, el zapallo, el maní y el maíz. Para lograr regar importantes siembras utilizaron complejos sistemas hidráulicos. Aunque también recolectaron los frutos del chañar y el algarrobo. Los artesanos trabajaron el metal, especialmente el bronce.
Con él elaboraron figuras, hojas de hacha, pinzas entre muchos otros objetos. También fabricaron vasijas con diseños geométricos y motivos de antropomorfos, felinos, reptiles, aves y anfibios. Además, en algunas jarros se le aplicó pigmentos de colores. En sus prácticas funerarias, se destacó los enterramientos múltiples. En estos se depositó al mismo tiempo varios cuerpos de manera ordenada.
Período Tardío
La cultura Santa María (1200 al 1470 d.C) surgió en la provincia de Catamarca. Alcanzaron una gran complejidad sociopolítica, centralizada en una autoridad cuyo poder era hereditario. También hubo guerreros y sacerdotes, que ocuparon una alta jerarquía dentro de la sociedad. Se instalaron muchas ldeas de pocas casas y solo unos pocos sitios mostraron un desarrollo urbano importante. Las viviendas estaban construidas principalmente de piedra y contaban con dos otra habitaciones rectangulares que confluían en un recinto mayor que era un patio.
Como en las otras comunidades también fueron agricultores que tuvieron terrazas de cultivo y sistemas de regadío que ayudaron a sustentar a una importante población y, a la vez, generaron excedentes de alimentos que fueron guardados en depósitos subterráneos para intercambiarlos cuando hubiera épocas de escasez. Además, fueron excelentes ganaderos utilizando distintos nichos ecológicos para abastecer de forraje a las llamas. A estos animales los usaron de carga cuando realizaron intercambio económico y cultural con otros pueblos.
Otros pueblos
En el noroeste argentino también existieron grupos que no alcanzaron a formar aldeas. En el período temprano, estuvieron las comunidades de Candelaria, Alamito, Las Mercedes y San Francisco. En la fase media solo se formó el villorrio de Sunchituyoc, y en el período tardío, Puna, Humahuaca, Belén, Quebrada del Toro, Sanagasta, Hualfín, San José, Averias y Saujil.
Incas en Argentina
Entre el 1400 y el 1500 d.C. entraron por el noroeste argentino los incas. El emperador Tupac Yupanqui encabezó el ejército imperial. Los aborígenes que habitaron esa región intentaron resistir, pero no pudieron y fueron dominados. Luego siguieron su camino hacia el sur, conquistando los actuales territorios de San Juan y Mendoza.