La mayoría de los meteoros que vemos en el cielo nocturno vienen de los cometas, los cuales dejan senderos de polvo y residuos detrás de ellos al hacer sus órbitas alrededor del Sol. Los meteoroides también pueden ser pedacitos de roca o polvo que se han desprendido de los asteroides o fragmentos de material que fueron arrojados de los planetas y las lunas al ser golpeados por objetos más grandes.
Unos cuantos meteoroides grandes caen a la tierra; estos se llaman meteoritos. Cientos de toneladas de meteoritos llegan a la superficie de la Tierra cada año, pero la mayoría son pedacitos de roca. Son muchos más los meteoros que se queman en la atmósfera de la Tierra que los meteoritos que llegan al suelo. La mayoría de los meteoritos contienen níquel y hierro. Son atraídos por un imán, y son muy pesados para su tamaño. Se formaron alrededor del mismo tiempo que se formó la Tierra, hace 4.5 billones de años. Ya que los meteoritos han sobrevivido sin transformaciones desde el comienzo del Sistema Solar, nos ayudan a entender las condiciones que existían en ese entonces. Los meteoritos grandes pueden dejar cráteres en la superficie de la Tierra, como los cráteres en la Luna, pero pocos son visibles ahora. El Cráter de Meteorito Barringer en Arizona es probablemente el cráter más famoso en la Tierra, aunque no es el más grande.
En 1908 un objeto grande se vaporizó justo arriba del suelo en Siberia, arrasando el bosque por 25 millas (40 km) alrededor y tumbando a la gente al suelo a 50 millas (80 km) de distancia. Pero objetos aún más grandes han golpeado a la Tierra en el pasado. Por ejemplo, evidencia del impacto por un meteoro inmenso en el Golfo de México puede explicar la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. Algunos científicos creen que la explosión causada cuando este objeto golpeó la superficie cambió el clima del planeta entero, creando condiciones en las cuales los dinosaurios no podían sobrevivir. Las lluvias de meteoros ocurren cuando muchos meteoros aparecen en el cielo dentro de un período corto de tiempo. Son causados por residuos de polvo y pequeñas partículas dejadas por los cometas. Cuando la Tierra pasa por el sendero de polvo dejado por el cometa, muchos pedazos de material entran a nuestra atmósfera y se queman. Las lluvias de meteoros generalmente ocurren al mismo tiempo cada año, cuando la Tierra llega a los lugares en su órbita donde hay gran concentración de residuos de cometas. Cuando un cometa ha regresado recientemente al interior del Sistema Solar y ha dejado un senderofresco de meteoros detrás de él, podemos ver una «tormenta» de meteoros, miles de estrellas fugaces que encienden el cielo por unos cuantos minutos.
Clasificación de meteoritos
Los meteoritos encontrados en la Tierra, según su composición, se clasifican en tres tipos:
1.- Ferrosos, compuestos fundamentalmente de hierro, un pequeño porcentaje de níquel y rastros de otros metales, como el cobalto;
2.- Pétreos, meteoritos rocosos compuestos de silicatos
3.- Pétreos-ferrosos, que contienen proporciones variables tanto de roca como de hierro. Aunque, actualmente, se cree que la mayor parte de los meteoritos son fragmentos procedentes de los asteroides o cometas, recientes estudios geoquímicos han demostrado que algunas rocas de la Antártida proceden de la Luna y de Marte, desde donde, presumiblemente, fueron lanzadas por el impacto explosivo de asteroides. Los asteroides son, en sí mismos, fragmentos de pequeños planetas formados hace 4.600 millones de años mientras se formaba la Tierra. Se cree que los ferrosos corresponden a los núcleos de los pequeños planetas, mientras que los pétreos (los que no proceden de la Luna y Marte) corresponden a la corteza. Los meteoritos tienen generalmente una superficie irregular y una capa exterior carbonizada, fundida. Los más grandes golpean la Tierra con un tremendo impacto, creando cráteres profundos. El mayor meteorito conocido pesa aproximadamente 55 toneladas y se encuentra en Hoba West, cerca de Grootfontein, Namibia. El siguiente pesa cerca de 31 toneladas; se trata del Ahnighito (Tienda) y lo descubrió, junto con otros dos meteoritos más pequeños, en 1894, cerca de Cape York, Groenlandia, el explorador estadounidense Robert Edwin Peary. Compuestas fundamentalmente de hierro, estas tres masas han sido utilizadas desde hace mucho tiempo por los inuit para la fabricación de cuchillos y armas. Peary llevó el Ahnighito a Estados Unidos y se exhibe en el Planetario Hayden de Nueva York. El mayor cráter conocido que se cree ha sido producido por un meteorito se descubrió en 1950 al noroeste de Quebec. Tiene un diámetro de 4 km, contiene un lago, y está rodeado de paredes concéntricas de granito fragmentado.