Ordenar la enorme variedad climática del mundo no es una tarea fácil. Los científicos, a lo largo de los años, han considerado numerosos indicadores naturales, por lo que no existe solo una clasificación de los climas existentes en nuestro planeta, sino varias. Los análisis más recurrentes suelen analizar dos principales elementos: temperatura y precipitaciones.
Para ello, por lo general, se utiliza una especie de cuadro estadístico que registra los datos climáticos más relevantes. Recibe el nombre de climograma y es un gráfico que representa las temperaturas medias y las precipitaciones totales que se han producido en un lugar a lo largo de un año, ordenando los datos por meses. La evolución de las temperaturas y precipitaciones indican el clima del lugar. Así, es posible relacionar la temperatura con la precipitación y conocer la existencia de periodos húmedos y secos. En los meses húmedos, las barras que indican las precipitaciones se encuentran por encima de la curva de las temperaturas; en cambio, en los meses secos, las barras se sitúan por debajo de la curva de las temperaturas.
Considerando las diferentes latitudes de nuestro planeta y las líneas imaginarias que el hombre ha trazado para su estudio, es posible realizar un análisis de los diferentes climas del mundo agrupándolos en algunas de las tres grandes zonas climáticas: la de bajas latitudes (desde el Ecuador hasta los trópicos), medias (desde los trópicos hasta los círculos polares) y altas (abarcando desde los círculos polares hasta los polos). Es necesario señalar, además, que las ubicaciones de los climas a continuación descritos no son excluyentes, pudiendo existir más de una variedad en una misma latitud. Ello se explica por la multiplicidad de factores que influyen en la conformación de esta distribución.
Climas de bajas latitudes
– Clima ecuatorial lluvioso: se ubica en las zonas que van desde el Ecuador hasta, aproximadamente, los 10º de latitud. En él predominan las masas de aire ecuatorial cálidas y húmedas, lo que condiciona la presencia de intensas precipitaciones durante gran parte del año (los indicadores señalan que estas superan los 2.500 milímetros anuales). Registra una considerable uniformidad térmica, con una temperatura promedio de 27ºC. La humedad predominante de este sector beneficia el crecimiento de una vegetación exuberante, como la de la selva.
– Clima monzónico y de vientos alisios en el litoral: se desarrolla entre los 5º y 25º de latitud, presentando estaciones muy marcadas, como una lluviosa en verano (cuando el viento sopla desde el mar hacia el interior) y otra más seca en invierno (momento en el que el viento realiza el viaje de vuelta). Posee una escasa oscilación térmica y en las zonas donde las precipitaciones son más intensas, permite el crecimiento de bosques espesos.
– Clima tropical seco y húmedo: localizado entre los 5º y 20º de latitud, se caracteriza por contar con una estación lluviosa y otra de menores precipitaciones. Esta última se deja sentir con más intensidad y duración a medida que se avanza hacia los trópicos. Su temperatura media es de 20ºC.
– Clima tropical seco: característico de algunas zonas desérticas, presenta masas de aire estables y secas, que otorgan gran aridez.
Las temperaturas son bastante extremas si analizamos las diferencias entre el día y la noche. Cuando el Sol se encuentra en su punto más alto, el calor es fuerte, mientras que cuando desciende, da paso a un intenso frío. Las precipitaciones son bastante escasas y, por lo general, no superan los 200 milímetros anuales.
Climas de latitudes medias
Se expanden por las zonas templadas de la Tierra, entre los trópicos y los círculos polares. Estos climas se caracterizan por la existencia de cuatro estaciones, con diferencias notables de temperaturas y precipitaciones entre ellas.
– Clima subtropical seco: corresponde a la continuación del clima tropical seco, pero con una mayor cantidad de precipitaciones y amplitud térmica. Algunos de los subtipos de esta variedad climática son el semidesértico, desértico y la estepa.
– Clima subtropical húmedo: se encuentra entre los 20 y 35º de latitud, presentando una temporada estival muy cálida, húmeda y con intensas precipitaciones, producto de la influencia de masas de aire marítimo tropical. Existen también considerables lluvias durante el invierno; sin embargo, estas se producen por las tormentas típicas de las latitudes medias.
– Clima mediterráneo: se caracteriza por tener inviernos cortos y de temperaturas suaves y los veranos largos y de temperaturas cálidas. Las precipitaciones no son muy abundantes, nunca superan los 800 milímetros y se concentran en primavera y en otoño.
– Clima marítimo de costa oeste: se limita a las costas occidentales de los continentes, entre los 35º y 60º de latitud. Se caracteriza por su gran humedad y por contar con precipitaciones durante todos los meses del año. Es frecuente, además, la ocurrencia de tormentas ciclónicas.
– Clima continental húmedo: presenta inviernos largos, muy fríos y secos, con temperaturas incluso bajo cero y veranos cortos y muy cálidos. Las precipitaciones son bastante abundantes, normalmente por encima de los 600 milímetros, y se concentran en los meses de verano. Posee variaciones térmicas considerables, que no solo se relacionan con el cambio de estaciones, sino que también se producen en el transcurso del día.
Climas de altas latitudes
– Clima de bosques boreales: por lo general, se desarrolla entre los 50º y 70º de latitud norte (al sur solo se presenta en algunas islas). Los inviernos son largos y rigurosos, mientras que los veranos son cortos y fríos. Es un clima bastante húmedo, cuya oscilación térmica es la más amplia a nivel mundial. Solo como ejemplo podemos citar el sector de Siberia, que alcanza los 60ºC.
– Clima de tundra: se desarrolla entre los 60º y 75º de latitud, ocupando las franjas costeras del Ártico y del continente Antártico. Se caracteriza por la enorme presencia de tormentas ciclónicas y por el desarrollo de inviernos de gran duración, así como también de precipitaciones exclusivamente en forma de nieve.
– Clima de casquete glacial: tiene las temperaturas más bajas de la Tierra. No existe verano, ninguna temperatura supera los 10ºC y las pocas precipitaciones que existen se presentan en forma de nieve.
– Clima de alta montaña: si bien puede presentarse en cualquier latitud, ya que está determinado por la altura, este clima posee características bien definidas, como temperaturas frías en invierno y suaves en verano, así como lluvias abundantes, con frecuencia en forma de nieve.
¿Sabías que?
– La variedad de vegetación típica del clima tropical seco y húmedo son las hierbas altas.
– La temperatura promedio de la superficie terrestre es de alrededor de 15ºC.
– El fenómeno del niño debe su nombre a su aparición cercana a la Navidad.
– Un microclima es un clima local de características distintas a la zona climática en que se encuentra.
Datos Icarito
¿A qué debe su nombre el fenómeno del Niño?
A su aparición cercana a la Navidad.
¿Qué variedad vegetacional es típica del clima tropical seco y húmedo?
Principalmente, las hierbas altas.
¿Qué es un microclima?
Corresponde a un clima local de características distintas a la zona climática en que se encuentra.