Para los cartógrafos es indispensable tener el cálculo preciso de la latitud y la longitud de cada lugar. Si no fuera así, sus representaciones no serían un reflejo de la realidad e inducirían a errores de navegación, a la desorientación o incluso al extravío de una persona o un medio de transporte.
Por lo anterior, el mayor problema de la cartografía es representar sin deformaciones, esto porque al ser la Tierra una esfera, es difícil de reproducir en un plano. La mejor representación es un globo terráqueo, pero como es más práctico disponer de planos, se buscaron métodos matemáticos para que las deformaciones fueran mínimas. Nacen las proyecciones cartográficas.
Existen tres tipos de proyecciones, para cuya confección se utiliza una esfera que representa a la Tierra, ahuecada y transparente, con una luz en su interior para facilitar la reproducción de las coordenadas geográficas. Los nombres indican cómo se logro trazar la red de paralelos y meridianos sobre el plano:
– Cilíndrica: la proyección se hace sobre un papel que envuelve cilíndricamente la esfera. Los meridianos quedan representados como rectas perpendiculares a los paralelos. Las latitudes mejor representadas son las bajas, cercanas al Ecuador, después la superficie se va ensanchando, por lo que se produce distorsión hacia los polos.
– Cónica: un cono de papel envuelve la esfera. Los meridianos son rectas que convergen en la cúspide del cono, mientras los paralelos son arcos de círculos concéntricos. La zona de contacto directo del papel con la esfera, es la representada con mayor fidelidad.
– Cenital o azimutal: se pone una hoja de papel en contacto con una zona determinada de la esfera, que queda bien representada. Se utiliza especialmente para representar los polos.
Estos tres tipos de proyecciones son la base de otras: Mercátor, Goode y Mollweide.
Actualmente, el globo ha sido desplazado porque el tamaño que permite proyectar es limitado y no entrega información detallada, como la que se necesitan para saber cómo ha crecido una ciudad o región, o para representar con exactitud una frontera o las redes viales-camineras de un país.
La tecnología ha resuelto estas dificultades mediante sistemas de captación y almacenamiento de la información de la superficie terrestre, a través de sensores localizados en aviones y satélites. La fotografía aérea y las imágenes satelitales permiten representar áreas o temas específicos con total claridad.
Dado el alto costo de la información satelital, la fotografía aérea es la principal fuente de información cartográfica utilizada en nuestro país. Las principales entidades dedicadas a esta tarea son el Servicio Aerofotogramétrico (SAF) de la Fuerza Aérea y el Instituto Geográfico Militar del Ejército.
El problema del tamaño
Como es imposible hacer mapas con las mismas dimensiones que la realidad, se utilizan las escalas, que son una relación matemática entre la dimensión real y su representación en una carta o mapa. Se puede decir que una escala es el número de veces que la realidad ha sido reducida.
La escala puede estar expresada mediante una fracción (1/50.000) o una razón (1:50.000). En ambos casos se nos indica que cada centímetro del mapa equivale a 50 mil centímetros de la superficie terrestre.
También puedes encontrar escalas representadas en forma de barra o recta graduada. Cada tramo de la barra corresponde a una dimensión en el mapa (solo hay que medirla) y a su equivalencia con la realidad en la unidad expresada (centímetros, metros, kilómetros).
La clasificación de los mapas
Los principales tipos de mapas que se utilizan son los geográficos dónde se muestra información de altitud y profundidad, además de información de nombres de accidentes geográficos (Cerros, cordilleras, volcanes, ríos, etc).
Podemos señalar los siguientes tipos de mapas, entre otros:
– Mapas políticos: representan la división de los distintos países, provincias con sus respectivas capitales y ciudades.
– Mapas físicos: representan las diferentes alturas del terreno: llanuras, mesetas y montañas.
– Mapas climáticos: representan la distribución de los factores climáticos: temperaturas, lluvias, vientos, etc.
– Mapas geológicos: representan la estructura de los suelos.
– Mapas económicos: representan las distintas actividades económicas.