Este monumento, ubicado en el Cerro Santa Lucía en Santiago, consiste en una piedra de 2 metros labrada con un párrafo extractado del texto de la carta que envió Don Pedro de Valdivia al Emperador Carlos V, el 4 de septiembre de 1545 y donde describe las bondades de la nueva tierra conquistada. Lleva el escudo y la firma del fundador de Santiago.
La idea de este monumento se debe al escritor y pintor Alberto Ried Silva, quien comparte la autoria del mismo, con el escultor Samuel Román Rojas. Fue el cantero Agustín Letelier quien grabó el texto.
Se erigió siendo alcalde de Santiago, Galvarino Gallardo Nieto, y administrador del Cerro Santa Lucía don Eduardo Vicuña Orrego.
La piedra es del tipo llamado Ala de Mosca, y está empotrada en el suelo sobre una base de cemento que regaló el Ministerio de Obras Públicas. Actualmente posee un pequeño atrio de adoquines.
En febrero de 2018 este monumento fue vandalizado, tras sufrir rayados en su cubierta. Tras la alerta, el municipio local lo restauró para que siga siendo un patrimonio de todas y todos los habitantes del país.
El texto escrito en la piedra señala lo siguiente:
«Y para que haga saber a los mercaderes y gentes que se quiesen venir a avecindar que vengan; porque esta tierra es tal que para vivir en ella y perpetuarse, no la hay mejor en el mundo, digolo porque es muy llana. Sanisima de mucho contento; tiene cuatro meses de invierno no más que ellos si no es cuando hace cuarto la luna que llueve un día o dos todos los demás hacen tan lindos soles que no hay para que llegarse al fuego, el verano es tan templado y corren tan deleitosos aires que todo el día se puede el hombre andar al sol que no le es importuno. Es la más abundante de pasto y sementeras y para darse todo género de ganado y plantas que se puede pintar mucha e muy linda madera para hacer casas infinidad otra de leña para servicio dellas y las minas riquísimas de oro e toda la tierra está llena dello y donde quieran que quisieren sacarlo allí hallaran en que sembrar y con que edificar. Y agua. Leña y yerba para sus ganados, que parece la crio Dios a posta para poderlo tener todo a la mano».
Carta enviada por el Gobernador de Chile Don Pedro de Valdivia a S.M. el rey Carlos V el 4 de septiembre de 1545.