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El viernes 4 de julio los tres astronautas que viajarían en la Apolo 11 subieron a la nave para realizar el último ensayo del despegue. Faltaban 2 semanas para iniciar la travesía.

Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin “Buzz” Aldrin, vistieron sus trajes espaciales y ensayaron las tareas que realizarían en el espacio.

El compartimento que alojó a los astronautas se encontraba a 75 metros del suelo. Armstrong, comandante de la misión, fue el primero en ingresar al módulo. Eran las 6:50 A.M.

La cuarentena

Los tres astronautas se encontraban en una cuarentena impuesta por los médicos del proyecto. El objetivo era evitar que se contaminaran con bacterias.

Cuando realizaron una conferencia de prensa se presentaron frente a los periodistas en una jaula plástica, rodeados por fuerte corrientes de aire que formaban una especie de «muro de viento», medidas que evitaban la transmisión de cualquier germen.

En aquel encuentro con la prensa, realizado el 6 de junio, Armstrong comentó que el mombre del módulo lunar o nave auxiliar, con la cual él y Aldrin se desprenderían de la Apolo para descender a la superficie de la Luna, llevaría el nombre de «Eagle» (Águila), por ser el símbolo del escudo de Estados Unidos. Y el módulo orbital llevaría, en homenaje del descubridor Cristóbal Colón, el nombre de «Columbia».

Plan de trabajo

El plan de trabajo tenía estipulada una preparación de entre 12 y 14 horas diarias, utilizando aparatos especiales que simulaban las condiciones del viaje espacial. Armstrong y Aldrin se entrenaron especialmente en el manejo del módulo lunar o nave auxiliar, que se desprendería el 20 de julio de la nave madre para descender sobre la superficie selenita.

Falla en la Apolo 11

El 10 de julio, en Cabo Kennedy se descubre una falla en el sistema de presión de la Apolo 11. Las primeras informaciones que se tenían era que el problema se relacionaba con el sistema de presión del oxígeno líquido a base de helio, en la primera etapa del cohete Saturno 5. Sin embargo, este hecho no retrasó el inicio de la cuenta regresiva que comenzaba ese mismo día a las 20 horas. Los astronautas continuaban los preparativos de la gran aventura.

Examen físico

El viernes 11, los astronautas de la Apolo 11 fueron sometidos al último “gran examen físico” antes de iniciar el vuelo. El científico espacial alemán y director del Centro Marshall de Aeronáutica, Werner von Braun señaló que “Confiamos en que resultará un éxito total como el del Apolo 10 (…) Ya está a punto de terminar la etapa de los jóvenes héroes del espacio (…) Tendremos estaciones espaciales habitadas por toda clase de gente, que viajará a órbita en calidad de pasajeros, aunque la tripulación estará formada por pilotos debidamente entrenados”. Mientras el personal de lanzamiento llenaba la nave de mando “Colombia” con helio y oxígeno además de someter a presión los tanques de combustibles del módulo “Eagle”.

Ensayan la «Operación descenso»

Descender controladamente el vehículo de alunizaje de la Apolo 11 era una tarea difícil. Armstrong y Aldrin ensayaron miles de veces las fases más críticas de su vuelo dentro del módulo lunar. Michael Collins, que no descendería en la Luna, voló un avión a retropropulsión T-38 que afinó su experiencia para el viaje. La cuenta regresiva o “count dawn” fue detenida como estaba previsto. El receso fue de 12 horas. En total, la cuenta regresiva duró 93 horas.