Si tienes la suerte de viajar al norte de nuestro país, algo que no puedes dejar de hacer es recorrer los testimonios precolombinos que existen en esa zona, como pictografías, geoglifos, cementerios ancestrales y decenas de testimonios de nuestros antepasados. Y para que tengas una idea de lo que allí puedes encontrar, aquí tienes un listado de algunos de los sitios arqueológicos más importantes de la zona norte.
Museo de sitio La Capilla – Arica
En esta cueva, usada como sitio ritual precolombino, según lo evidencia la ausencia de vestigios de uso habitacional, se encuentra un abundante grupo de pictografías que datan de 4.000 años A+C aproximadamente. Las pictografías son de color rojo, lo que las vincula a los rituales funerarios de la cultura Chinchorro. En excavaciones también se encontraron faldellines de totora, una especie de taparrabos (las visitas deben ser solicitadas a la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Arica, Sotomayor 415, 206 243 y 206 245).
Geoglifos La Rana, El Águila y El Gigante
Se ubican a alrededor de 15 km de Arica. Comprenden doce paneles discontinuos con representación de figuras humanas, animales y signos abstractos, datados hacia el año 1000 d.C.
Asentamientos prehispánicos en el área de Belén
En las proximidades de Belén, a 77 km de Putre, existen restos de un gran número de asentamientos prehispánicos. Estos pueden ser motivo de interesantes excursiones. Están generalmente asociados a terrazas de cultivo, llamadas andanerías. Algunas forman el pukara de Ancopachane, ubicado en una amplia terraza frente al cementerio de Belén. Está compuesto de cerca de cien recintos circulares y algunos rectangulares.
Circuito Arqueológico Valle de Azapa
En este atractivo y fértil valle del norte de nuestro país, en las cercanías de Arica, se puede hacer un interesante paseo para conocer las manifestaciones de antiguas culturas, a través del seguimiento del circuito arqueológico y de la visita al Museo San Miguel de Azapa, El primero es un recorrido señalizado por esta importante área de vestigios arqueológicos, en su mayoría del periodo de desarrollo regional (años 1.000 a1.400 dC), como la Aldea del Cerro Sombrero y la mayoría de los geoglifos. Además hay otros sitios del periodo de influencia tiawanaku, como el Pukara San Lorenzo (700 a 1.000 dC), y de influencia incaica, como el conjunto habitacional de Alto Ramírez (1.450 a 1.500 dC).
En la Puntilla del cerro sombrero se ve el primer panel de geoglifos, que al igual que los que se observan más adelante, fue elaborado con la técnica de acumulación de piedras. Después aparece a la derecha la Aldea Cerro Sombrero; una superficie de 6,5 hectáreas en donde se distribuyen más de 400 recintos habitacionales, originalmente de madera, piedra y fibra vegetal.
Tras 1km se ven los geoglifos Atoca, que representan una caravana de camélidos con sus guías. Un poco más adelante destaca el gran panel de los geoglifos Cerro Sagrado, con dibujos de animales y hombres en escenas pastoriles. Finalmente, en una ladera, se ve el impresionante panel cuajado de los Geoglifos de Alto Ramirez, con variados diseños; una de las máximas expresiones del arte rupestre en el valle. El camino continúa entre hermosos cultivos y vestigios arqueológicos y se desvía al Pukara de San Lorenzo: ruinas de una fortaleza defensiva del siglo XII que ofrecen un buen ejemplo de las diferentes épocas culturales que se desarrollaron en el valle.
Museo Arqueológico San Miguel de Azapa
Se localiza en el valle de Azapa, en las cercanías de Arica, I Región. En él se recrean 10.000 años de historia local desde la época de los pescadores y cazadores pre Chinchorros hasta los actuales pastores aymaras. Pertenece a la Universidad de Tarapacá y es uno de los mejores museos de la zona. Las exhibiciones se titulan Arica prehispánica; Ayllu: vida en las alturas, Molino y Prensa Colonial española para aceite de oliva. En su exterior existe un parque de petroglifos. El recorrido por la sala de exposición se hace con un catálogo para identificar los objetos y sus funciones. Se puede solicitar con anticipación visitas guiadas, charlas explicativas y atención personalizada. En él podrás ver las Momias Chinchorro, las más antiguas del mundo.
Museo Regional de Iquique
El edificio se construyó en 1892 y en él funcionaron hasta 1987 los Tribunales de Justicia. Posee excelentes colecciones de objetos etnográficos de las poblaciones aymara del altiplano, poblaciones indígenas de la costa y una sala con fotografías y piezas del período del auge salitrero. Destacan las momias de la cultura Chinchorro y la tumba de dos jóvenes de alta alcurnia del período incaico, que fueron sacrificados de acuerdo a su ritual. Vale una detenida visita.
Geoglifos Cerros Pintados
Se localiza en la I Región, en las cercanías de Iquique. Esta gran obra precolombina se extiende a lo largo de 4 km, en 50 mil m2 de faldeos, con un total de 964 figuras agrupadas en «paneles» o grupos temáticos que representan hombres, animales, pájaros y dibujos abstractos. Este supuesto centro votivo, visible desde la pampa, fue restaurado entre 1981 y 1982 por la Universidad de Tarapacá.
Quebrada de Chacarilla
Se encuentra en las cercanías de Iquique, I Región. Aquí se conservan impresionantes pisadas petrificadas de cuatro especies de dinosaurios: estegosaurio, allosaurio, iguanodón y tiranosaurio.
Cerro Unita
Se localiza en las cercanías de Iquique, I Región. Es un cono aislado en medio de la pampa, con geoglifos trazados en sus laderas. Destaca el Gigante de Atacama, una de las figuras antropomórficas más grandes realizadas en la prehistoria, presumiblemente en el año 900 a.C. Tiene 86 m de largo y representa a un hombre con un tocado de plumas y una máscara felina, en cuyos costados se posa, a la izquierda, un reptil y, a la derecha, un báculo.
Sitios arqueológicos del altiplano
Los primeros se localizan a 65 km de Pozo Almonte, I Región. Aquí se señala un grupo de markas y apachetas en el Sendero Caravanero Pica-Casma; es un área definida por piedras blancas y letreros. Esta fue parte de los senderos que unían los oasis piemontanos o valles bajos de Pica, Casma, Mamiña, Macalla y Tarapacá. Fueron usados a fines de siglo XIX e inicios del siglo XX por cazadores o viajeros que llevaban cerámica, vidrios, alambre y otras especies entre los Altos de Pica y los oasis restantes.
Parque de Petroglifos de Calartoco – Grupo prehispánico de Geoglifos La Encañada
En el trayecto a la Aduana de Quillagua (a 286 km de Antofagasta) verás el Parque de Petroglifos de Calartoco, con un área de picnic, y el grupo prehispánico de Geoglifos La Encañada, en pequeños cerros, cónicos y aislados, que representan animales y personas. Ambos están señalizados. No intervengas ni dañes estos valiosos y frágiles testimonios arqueológicos.
Repara en unas curiosas franjas de material blanco en forma de vetas, visibles en los cortes del terreno: se trata de un tipo de yeso insoluble (anhidrita), depositado en la pampa por sedimentación geológica.
Parque Arqueológico de Geoglifos de Chug Chug
Se localiza en las cercanías de Chuquicamata, II Región. Aquí se observa uno de los más impresionantes conjuntos de dibujos hechos en piedras ordenadas en la ladera. Hay un área de picnic. No intervengas ni dañes estos valiosos y frágiles documentos arqueológicos.
Pukara de Lazana
Es un pueblo fortaleza (2.590 m) a 41 km de Calama, próximo a Chiu Chiu, que data del siglo XII. Ubicado sobre un acantilado contra el río y con murallas defensivas hacia el poniente, era habitación permanente de jefes y de la administración, así como lugar de resguardo de su población. Restaurado entre 1951 y 1953 muestra una singular arquitectura de angostas callejuelas, rodeadas de 110 edificaciones, de dos a cinco piezas. En su mayoría son rectangulares y circulares- atalayas y graneros-, íntegramente construidas en piedra y supuestamente con techumbre de madera y barro, hoy desaparecida. Su despoblamiento coincide con la ocupación hispánica.
Caspana
Este poblado de 400 habitantes se caracteriza por tener una arquitectura de piedra liparita y techos de barro. Los pueblos de origen prehispánico de esta área, de lengua quechua y aymara, mantuvieron una antigua división con los pueblos del salar de Atacama, de lengua cunza. Caspana se ubica a 3.305 metros de altitud, rodeado de un fértil valle con 47 hectáreas de cultivos escalonados. Actualmente lo habita una poderosa comunidad organizada, que vive de la producción de flores y verduras para el mercado de Calama.
El pueblo viejo es una localidad pequeña que se ubica sobre un escarpado acantilado. Su origen debe haber sido un antiguo pukara o fortaleza. Tiene dos calles embaldosas en piedra, rodeada de preciosas casas de piedra, techadas de barro. Al fondo, destaca el cerco de la iglesia y, por detrás, los muros del cementerio. Sobre el poblado hay muros circulares de antiguos corrales y silos de alimento.
Pukara de Turi
Se localiza a 129 km de Calama (altitud 3.100 m. 3,5 há). Fue la ciudad fortaleza más grande de la cultura atacameña. Edificada en el siglo XII sobre una plataforma casi plana, presenta plazas, calles rectas y casas, en su mayoría rectangulares, con silos adosados; es de diseño más amplio que Lasana.
La construcción de dura piedra volcánica local está unida como pirca con piedras menores en los intersticios. Destacan unos torreones circulares formando grupos y un gran espacio interior amurallado, con una gran construcción en adobe. Se supone que fue un centro administrativo Inca, pueblo que dominó estas tierras desde fines del siglo XV. El pukara fue despoblado luego de la ocupación española, en la segunda mitad del siglo XVI.
Aldea Tulor
El vestigio habitacional más antiguo en el valle de San Pedro de Atacama (data de entre 800 aC a 500 dC), milagrosamente conservado al ser sepultado por la arena que cubrió el ayllo y la aldea. Apenas sobresaliendo de la arena verás un apretado dibujo de círculos; son la parte alta de los muros de las viviendas en su mayoría circulares. En el lugar hay una réplica de dos unidades habitacionales que muestran la técnica constructiva del conjunto. El 10% de la aldea se encuentra descubierta por una excavación arqueológica de 1982. En el área existe una pasarela peatonal, un mirador y una caseta de entrada. No salgas de la pasarela, pues podrías destruir un testimonio arqueológico invaluable. El sitio es administrado por la comunidad indígena de Coyo.
Pukara de Quitor
Se encuentra a 3 km de San Pedro de Atacama. Con una superficie de 2,5 hectáreas y una ubicación estratégica, está defendido por un barranco infranqueable sobre el río, una quebradilla y un muro en la parte más accesible que da al valle. Es una impresionante construcción que trepa un empinado cerro, formada por volúmenes de grandes piedras alternadas con otras más pequeñas, unidas con argamasa de tierra. Al centro destaca un edificio semicircular como torreón.
Este pukara data originalmente del siglo XII, aun cuando fue reforzado durante la ocupación incaica. En 1540, Francisco de Aguirre, adelantado de la hueste de Pedro de Valdivia, lo atacó con 30 soldados montados a caballo. Cubiertos de armaduras y portando armas de fuego, fueron apoyados por alrededor de 1.000 yanaconas. Los nativos no conocían los yelmos metálicos, los caballos, ni el estruendo demoledor de los arcabuces, todo lo cual contribuyó a que los españoles sobrepasaran el primer muro defensivo, obligando a los defensores a rendirse. Los caciques fueron decapitados.
En 1981 se comenzó a restaurar el pukara, actividad reanudada en 1992 con aportes de la Agencia Española de Cooperación Internacional, en el marco de la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América.
Centro Metalúrgico Incaico
Se ubica en el valle de Copiapó, III Región, y se conoce como Viña del Cerro. Este centro es sobrecogedor y permite una impactante vista panorámica. Lo levantaron los incas en el siglo XV, sobre una loma que cierra el valle en forma de portezuelo. Está dividido en tres sectores: las viviendas de los fundidores junto a su área de trabajo, el centro de administración y control, y la fundición. Esta última cuenta con 26 braseros de 1,5 m de diámetro, colocados en un lugar estratégico, donde los vientos se encajonan y aceleran la inyección de oxígeno de la combustión, revelando una alta tecnología metalúrgica. Fue restaurado en 1982.
Alfarería Diaguita
La cerámica diaguita se realizaba con fines domésticos y rituales. Por su belleza es un orgullo para Chile. Las mejores colecciones se encuentran en el Museo Arqueológico de La Serena y en el Museo de Limarí, en Ovalle, IV Región. En esta cerámica se distinguen cuatro fases evolutivas, según su forma y estilos de decoración: las Animas (800 a 1000 dC.), con diseños geométricos en cruces y escaleras. Diaguitas I (1000 a 1200 dC.), sobre base roja, con dibujos geométricos en blanco y negro. Diaguitas II (1200 a 1470 dC.), período considerado clásico. Diaguitas III (1470 a 1536 dC.), influenciada por los invasores incas.
Arqueología Submarina
A 12 kilómetros de la playa de Mejillones, naufragó en 1759 una embarcación española de arquitectura naval y características inglesas. Hasta ahora no existía ningún estudio que explicara las causas del hundimiento del «San Martín», lo que motivó a un grupo de arqueólogos de la Universidad Internacional SEK a comenzar investigaciones durante 1995.