La Era Mesozoica comprende los siguientes períodos:
Triásico
El período Triásico, se inició aproximadamente hace 250 millones de años y forma parte de la primera etapa de la era Mesozoica. El planeta estaba conformado por un único supercontinente denominado por los científicos Pangea que quiere decir «toda la Tierra», con una zona septentrional bautizada Laurasia y una meriodional, llamada Gondwana.
Este período se caracteriza por un clima templado, cálido y árido, no existiendo casquetes polares.
El Triásico además se caracterizó por presentar muchos desiertos. La principal vegetación existente estaba conformada por coníferas, palmeras y helechos. En estas condiciones desérticas hacen su aparición los primeros mamíferos que fueron evolucionando a partir de los reptiles mamiferoides que existían en el Pérmico. Por otro lado, los reptiles son ya numerosos.
La flora de Laurasia estaba adaptada al clima seco y cálido. Destacan las cactáceas, las palmeras y las coníferas. Los helechos se adaptaron a las zonas húmedas al igual que las palmeras. Gondwana, era mucho más húmeda por lo que presentaba una vegetación abundante de helechos gigantes y grandes coníferas.
Los reptiles eran quienes dominaban la superficie terrestre.
Entre las especies herbívoras se cuenta a los dicinodontes, rincosaurios y cinodontes, todos desaparecidos de manera repentina en la que fue la primera gran extinción en masa de la fauna del planeta. Los tecodontes dejaron de caminar sobre la Tierra a finales del Triásico, cuando se produjo la segunda gran extinción. A esta sólo sobrevivieron las tortugas, cocodrilos, dinosaurios y mamíferos de tamaño pequeño.
La mayoría de los dinosaurios aparecen a finales del Triásico, colonizando rápidamente el planeta. Destacan el Terópodo y el Prosaurópodo.
Las aves presentes en este tiempo eran reptiles pequeños que realizaban vuelos de árbol en árbol. Las alas no tenían plumas. A este grupo pertenece el pterosaurio .
El agua estaba habitada por el notosaurio (de afilados dientes, cabeza pequeña y alargada que medía 4 metros) y el ictosaurio (similar al delfín y con una longitud cercana a los 15 metros). Se alimentaban principalmente de pescados y moluscos.
Cretácico
El período Cretácico comenzó hace unos 100 millones de años, marcando el final del Mesozoico. Constituyó una época de expansión de los mares someros, donde los reptiles acuáticos alcanzaron su máxima importancia. De igual forma sucedió con los ammonites.
Laurasia y Gondwana se fragmentaron formando la constitución actual de los continentes. Los sismos dan origen a las cadenas montañosas aún presentes.
En la zona ecuatorial el clima continúa siendo cálido, pero seco. Los bosques desaparecen abriendo paso a los desiertos. En el clima templado las estaciones son más marcadas y aparecen las primeras inflorecencias.
La fauna en cada continente se desarrolla y evoluciona de manera independiente, hecho que permite la presencia de una gran variedad de especies de dinosaurios, sobre todo a finales del Cretácico cuando la variedad de saurios es mayor que en ningún otro momento.
La flora había adoptado una apariencia similar a la de hoy. En tierra, los helechos y cicas dieron paso a los ya familiares sauces, arces y robles. Estos bosques fueron los que albergaron a los últimos grandes dinosaurios.
Durante el Cretácico el nivel del mar subió en toda la Tierra, inundando casi un tercio de la superficie terrestre actual. De esta forma, el calor del sol pudo distribuirse más hacia el norte gracias a las corrientes marinas, dando lugar a un clima global cálido y suave, sin casquetes de hielo en los polos. En un clima así, los reptiles de sangre fría podían desarrollarse, incluso en latitudes boreales, mientras que los fósiles de helechos y cicadofitos encontrados en rocas del Cretácico, a latitudes árticas, son similares a las plantas que crecen en los bosques húmedos subtropicales de la actualidad.
A finales del Cretácico, los reptiles voladores alcanzaron grandes dimensiones, llegando a tener algunos una envergadura de 15 metros.
Los mamíferos pequeños comienzan a surgir por rodas partes. De los lagartos surgen las primeras serpientes.
Los ornitisquios y los anquilosaurios son bastantes comunes mientras empiezan a desaparecer los estegosaurios y los saurópodos de cuello largo.
Durante el período Cretácico vivió el más feroz y temible de los dinosarios: el tiranosaurio.
Los primeros y diminutos insectos voladores entran en escena acompañados de los gigantes pterosaurios. Ambas especies se encargaron de cubrir los cielos del Cretácico.
En los ríos abundaban los cocodrilos y caimanes, en el mar las tortugas y galápagos, lagartos como el mosasaurio, el plesiosaurio y el elasmosaurio.
Al término de este período surgieron una serie de cambios drásticos en la fauna que entonces dominaba la Tierra. Se extinguieron cinco grandes grupos de reptiles: los dinosaurios, pterosaurios, ictiosaurios, plesiosaurios y mosasaurios. Aún no se sabe con certeza cuál fue la causa de tan extraña y masiva desaparición, pero son varias las teorías que han surgido al respecto.
Algunos de los animales más conocidos que poblaron la tierra durante este período fueron:
Albertosarus
Triceratops
Tyrannosaurus
Velociraptor
Jurásico
El período Jurásico, se inició hace aproximadamente 175 millones de años, marcando el tercer y último tiempo de la era Mesozoica o Secundaria.
Los continentes, agrupados en el supercontinente Pangea, comenzaron a separarse formando dos grandes continentes llamados Laurasia y Gondwana. Los movimientos sismicos provocados a raíz del desplazamiento de tierras, modificó el paisaje de manera radical.
El clima se caracteriza por ser templado, con vientos humedos del mar provocan grandes lluvias al interior de los subcontinentes.
La flora terrestre y los bosques cubren las superficies desiertas, proporcionando alimento a las numerosas especies de animales y dinosaurios que empezaban a aparecer. Los bosques estaban representados por secuoyas, coníferas, palmeras helechos y pinos.
En este período, en que es indiscutible el predominio de los reptiles, se produjo una gran diversificación de los dinosaurios en tierra y un notable apogeo de los ammonites en los mares. Aparecen las primeras aves, destacando el Archaeopteryx.
Cuando se inicia el Jurásico, dentro de la fauna de vertebrados herbívoros destacan los prosaurópodos y los ornitisquios, y al final del período predominan los saurópodos, que trituraban su comida con piedras, ya que no posían poderosas dentaduras.
El herbívoro más importante fue el estegosaurio, que poseía un pico desdentado. Otros dinosaurios importantes del Jurásico son el anquilosaurio y los ornitópodos. Estos últimos fueron los primeros carnívoros importantes del período. Ellos se alimentaban de dinosaurios herbívoros utilizando su dentadura provista de afilados dientes.
Los dinosaurios del Jurásico fueron, tanto en tierra, mar y aire, los de mayores dimensiones, a diferencia de los presentes en el Triásico.
En lo que a aves se refiere, el pterosaurio dominaba los cielos jurásicos. Tenía una larga cola que le permitía mantener el equilibrio y la estabilidad durante el vuelo. Gracias a su fuerte pico provisto de afilados dientes pescaba peces.
El Arqueoptérix, una de las diversas especies de pterosaurios, es considerado el eslabón entre las aves y los dinosaurios y se piensa que las aves descienden de los terópodos alados.
Las aves pequeñas comienzan a aparecer durante este período.
En el Jurásico también se presentan extinciones de animales como lo fueron los notosaurios y placodontes, quedando como representantes de la fauna marina los ictiosaurios, quienes convivieron en los mares con cocodrilos marinos y teleósteos, ancestros de los actuales peces. Los plesiosaurios, similares a los leones marinos que habitan los mares hoy en día, representaban a los grandes dinosaurios marinos.
A finales del Jurásico desaparecen los ictiosaurios y los cocodrilos marinos.