El agua dulce es un recurso natural renovable (ciclo hidrológico), pero finito, en relación a los niveles de consumo. Es así como en muchas comunidades del globo, es un recurso de difícil acceso, sea para uso doméstico o para la agricultura. De acuerdo a la actual información, podemos ver que en Africa (Senegal, Mauritania, Malí) y otras parte del mundo, el agua es un recurso cada vez más escaso y de regular calidad.
Las informaciones nos hablan de la desaparición del río Senegal (Africa), del virtual agotamiento del lago Peñuelas en la V Región; y en Beijing (China), un tercio de los pozos de captación de agua, que alimentan la población se han secado y la mesa del agua se reduce a dos metros por año.
Entre algunas causas que han contribuido a la escasez de agua pueden citarse las siguientes:
– Crecimiento de la población humana y centros urbanos.
– Aumento de la industrialización.
– Su desperdicio y/o mal uso.
– Su contaminación.
– Disminución y/o agotamiento de algunos cuerpos de aguas dulces.
– Alteración del ciclo hidrológico.
¿Qué problemas ha provocado la escasez de agua?
– Perjudica el desenvolvimiento de las actividades económicas, el equilibrio de los ecosistemas, la sobrevivencia de los seres vivos y el bienestar de las poblaciones. Por ejemplo, en los desiertos prácticamente no llueve o sólo ocurre esporádicamente.
– Limitación de la biodiversidad.
– La falta de agua potable, dificulta la limpieza corporal y saneamiento del ambiente, lo que favorece el aumento de enfermedades asociadas a la deficiencia de higiene. Por ejemplo, enfermedades diarreicas, cutáneas e infecciones por ectoparásitos (como los «piojos»), pueden atenuarse o evitarse, donde se conjuguen los buenos hábitos de aseo y cantidad suficiente de agua potable.