Los moluscos forman el mayor grupo de invertebrados después de los insectos. Incluyen gasterópodos: babosas y caracoles; cefalópodos: jibias, pulpos y calamares; y bivalvos: almejas y ostras. Suelen tener una concha dura y se nutren mediante la lengua áspera y dentada.
Los moluscos terrestres han sido utilizados por el hombre en su alimentación desde tiempos muy antiguos. Sin embargo, se conoce relativamente poco sobre la biología y ecología de numerosas especies importantes para el hombre o el ecosistema. Estos conocimientos son más acabados para aquellas especies comerciales de mayor trascendencia y en especial para las de amplia distribución geográfica.
Entre las principales características de los moluscos se pueden destacar:
1. Presencia de una concha calcárea (única, bivalva, varias placas, etc.)
2. Existencia de un pie musculoso
3. Existencia de branquias y pulmones, que les han permitido conquistar diversos ambientes (acuático marino o de agua dulce, terrestre).
Estructura
Aunque entre los moluscos existen pocos rasgos comunes, estos animales no se confunden fácilmente con otros y todos pueden considerarse como variantes de un mismo tipo.
Un molusco ideal o teórico avanzaría arrastrándose sobre un único pie muscular liso y su cuerpo tendría, al menos, la insinuación de una cabeza en un extremo y un ano en el otro. Por la parte superior, su cuerpo sería una envoltura o concha externa montada sobre una giba visceral que contendría los órganos internos.
La envoltura de los moluscos es compleja. Está compuesta por carbonato de calcio y otros minerales en una matriz orgánica que es segregada en capas por una lámina de tejido (el manto) por el borde y bajo la envoltura. También suele estar cubierta por una capa externa sin minerales llamada periostraco. Puede ser múltiple como en los quitones o pareada como en los bivalvos. En varios moluscos es de tamaño reducido y, a veces, se ha perdido completamente. No existen pruebas directas de que en los aplacóforos existiera este tipo de envoltura calcárea.
En el extremo posterior del molusco teórico existiría un surco o depresión, denominado la cavidad del manto, con branquias a cada lado del ano y aberturas en los riñones y en las estructuras reproductoras. Lo más frecuente es que exista un par de branquias, pero muchos gasterópodos tienen sólo una; el cefalópodo nautilo tiene dos pares, y los monoplacóforos y quitones tienen desde varios a múltiples pares.
Generalmente, el aparato digestivo de los moluscos consta de una boca con una estructura parecida a una lengua, llamada rádula, sobre la que descansan unos dientes. También presenta un estómago y un par de glándulas digestivas.
El sistema nervioso consiste en un anillo de nervios que rodea la parte anterior del aparato digestivo, con un par de troncos nerviosos, uno dirigido al pie y otro a las vísceras. Normalmente, los ganglios que rodean el aparato digestivo han desarrollado un cerebro con varios órganos sensoriales. De hecho, el sistema nervioso de los cefalópodos es tan complejo y está tan altamente organizado como el de los peces.
El corazón se localiza en el extremo posterior del cuerpo, y manda la sangre hacia un sistema circulatorio cerrado que forma parte de la cavidad principal del cuerpo. Asociado al corazón existe un conjunto de órganos en el que se encuentran los riñones, las gónadas y, a veces, otras estructuras reproductoras.