La anestesia es una pérdida de sensibilidad, aplicada en especial a la sensación de tacto. Puede ser general, que afecte a todo el cuerpo, o local, que afecte sólo a determinadas zonas corporales. Se produce por lesión o enfermedad de nervios periféricos sensitivos o de los centros nerviosos, o se puede ser inducida con la administración de fármacos que combaten el dolor. Sobre este último punto hablaremos ahora.
Entre los agentes anestésicos conocidos desde la antigüedad los más importantes son la marihuana y el opio. Ambos se administraban por vía oral o por inhalación del humo obtenido al quemarlos.
El óxido nitroso, descubierto por el químico inglés sir Humphry Davy en 1800, fue utilizado por primera vez como anestésico en 1844 por el odontólogo estadounidense Horace Wells. En 1842 el cirujano estadounidense Crawford Long utilizó con éxito éter etílico como anestésico general; no publicó sus resultados, y el descubrimiento fue atribuido al odontólogo estadounidense William Thomas Morton, quien demostró públicamente sus resultados -extrayendo un diente- el 30 de septiembre de 1846.
En 1847 el médico británico sir James Simpson descubrió las propiedades anestésicas del cloroformo. Desde entonces se han descrito muchos otros anestésicos generales. El éter y el cloroformo no se utilizan en la actualidad debido a sus peligrosos efectos secundarios y a su capacidad por inflamarse. Algunos anestésicos actúan deprimiendo el sistema nervioso central (barbitúricos, halotano, opiáceos) y otros induciendo amnesia (óxido nitroso, enflurano).
¿Quién fue William Morton?
William Thomas Morton Green (1819-1868) fue un odontólogo estadounidense que reclamó para sí el descubrimiento del empleo anestésico del éter.Nació en Charlton, Massachusetts, y estudió en el College of Dental Surgery de Baltimore y en la Harvard Medical School.
Entre 1842 y 1843 trabajó con el odontólogo Horace Wells, y alrededor de 1844 se asoció con el científico Charles Thomas Jackson. Morton realizó una serie de pruebas tras conocer los experimentos de Jackson con éter sulfúrico como anestésico.
En 1846 empleó por primera vez el éter en público, primero para extraer una pieza dental y luego un tumor en el cuello. En 1846 Morton y Jackson obtuvieron la patente del anestésico, al que llamaron letheon, aunque ésta fue invalidada cuando ambos reclamaron la paternidad del invento.
Morton pasó el resto de su vida rebatiendo la reclamación de Jackson y las esgrimidas por Wells y por el cirujano Crawford Williamson Long, que había utilizado en 1842 por primera vez el éter como anestésico.
Fuente: Enciclopedia Encarta
La anestesia moderna
– Anestesia general: La anestesia moderna se suele realizar combinando diversos fármacos. Se pretenden cuatro objetivos: hipnosis, analgesia, relajación muscular y estabilización vegetativa. La hipnosis (sueño artificial de la anestesia) se consigue mediante anestésicos inhalados, gases o líquidos volátiles como el ciclopropano, el óxido nitroso, el halotano o el enflurano. El gas anestésico mezclado con oxígeno se inhala a través de una mascarilla o se administra por un tubo endotraqueal.
Durante la anestesia se pueden producir alteraciones graves en las funciones del corazón y en la oxigenación de los tejidos periféricos. De ahí la indicación de mantener monitorizado al paciente mediante electrocardiografía continua y medición repetida de la tensión arterial.
– Anestesia local: Algunas intervenciones quirúrgicas no requieren relajación muscular y se pueden realizar con anestésicos locales, sustancias que bloquean la conducción nerviosa de los nervios periféricos de forma temporal. Los anestésicos locales son una familia de fármacos derivados de la cocaína (el anestésico local más antiguo que se conoce): procaína, lidocaína, bupibacaína, mepivacaína, entre otros.
El bloqueo regional es un tipo de anestesia que se consigue inyectando un agente anestésico local en la proximidad de uno o varios troncos nerviosos que inervan sensitivamente el área que se quiere intervenir. El más usado es la anestesia epidural, en la que se inyecta el anestésico en el canal medular consiguiéndose el bloqueo nervioso en todo el hemicuerpo distal a la altura de la punción (si ésta es en la zona lumbar se anestesia desde la cintura hasta los pies).
Un tipo especial de anestesia local, usada para intervenciones menores, es la conseguida mediante la aplicación de frío, bien utilizando hielo o mediante la aplicación de una sustancia muy volátil como el cloruro de etilo.