Recto
Se extiende desde el límite con el colon sigmoideo hasta la línea pectinada (límite entre la mucosa rectal y la piel del ano), con una longitud que va desde los 12 a los 15 centímetros. Es catalogado como el lugar donde los desechos sólidos son retenidos con anterioridad a la defecación (eliminación). Por ello, suele estar vacío, salvo antes y durante la evacuación de las heces.
Sigue la curvatura del sacro y del cóccix (extendiéndose desde la segunda vértebra sacra hasta el vértice del cóccix). Posee un revestimiento mucoso (de apariencia brillante), que contiene glándulas mucosas similares a las situadas a lo largo del tracto intestinal, las cuales facilitan el avance de los desechos hacia el orificio anal.
Ano
Con una longitud cercana a los cuatro centímetros, corresponde a la parte final del tubo digestivo. Se comunica en su parte superior con el recto y en su porción inferior con la piel que rodea al orificio anal, por lo que está recubierto por mucosa y piel.
Comprende tres importantes músculos:
– Esfínter externo: está compuesto por fibras de músculos estriados y actúa de manera voluntaria, ya que permite aguantar la necesidad de defecar.
– Esfínter interno: músculo plano que responde a una serie de estímulos involuntarios que se producen a la hora de evacuar las heces.
– Músculo elevador del ano: retiene y fracciona las heces y, además, ayuda a que estas no salgan por acción de la gravedad.