Por lo general, cuando respiras e inhalas aire profundamente, ves que sobre el estómago se marcan varios huesos arqueados: esas son tus costillas, huesos largos y curvos formados por una porción ósea posterior y una cartilaginosa (cartílago costal) anterior. Si realizas este ejercicio nuevamente, podrás sentir cada una de ellas y te darás cuenta de que son 12, articuladas en su parte posterior con dos cuerpos vertebrales, aunque solo las siete primeras se unen directamente al esternón por medio de los cartílagos costales; la 8, 9 y 10 se unen entre sí antes de hacerlo al esternón, y la 11 y 12 quedan libres en los músculos abdominales. Estos huesos arqueados también pueden sufrir fracturas, que se producen por traumatismo directo, pero se sueldan espontáneamente en seis semanas, lo que significa que no se debe utilizar ningún tipo de vendaje, solo analgésicos. Su riesgo principal deriva de la falta de movilidad torácica por el dolor, lo cual retiene secreciones y puede facilitar infecciones, como la neumonía. Las fracturas costales múltiples pueden producir sangrado a la cavidad torácica (hemotórax), entrada de aire por lesión pulmonar (neumotórax) o desequilibrio de movimientos respiratorios (tórax volante).
La espada que cruza el tórax
El esternón es un hueso situado en la parte anterior delantera del tórax. Plano, con forma de espada corta, está situado en el reborde anterior o línea media de la caja torácica, y está formado en realidad por tres huesos unidos por placas de fibrocartílago. Solo cuando se llega a una edad avanzada se calcifican estas placas, formando un hueso único. La porción superior, manubrio esternal -que sería el mango de la espada- se articula con las clavículas y en sus bordes laterales con las costillas primera y segunda. Por su parte, la porción media o cuerpo esternal -«hoja» de la espada- se articula en sus bordes laterales con las costillas tercera a séptima. Y la porción inferior o apéndice xifoides -«punta» de la espada- continúa la dirección del cuerpo hacia adelante y atrás.
El interior del esternón está relleno de abundante médula ósea roja, por lo que es la localización preferida para realizar punciones para el diagnóstico de muchas enfermedades sanguíneas (punción de médula ósea).