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Es una enfermedad contagiosa que se propaga por el aire. La fuente de infección son otras personas aquejadas de tuberculosis pulmonar. Cuando una persona infecciosa tose, estornuda, habla o escupe, expulsa al aire bacilos de la tuberculosis. Basta inhalar un pequeño número de esos gérmenes para resultar infectado.

Se entiende por infección la presencia de bacilos de la tuberculosis en el organismo. No obstante, no todas las personas infectadas por esos bacilos necesariamente enferman. El sistema inmunológico «enclaustra» los bacilos de la tuberculosis, que pueden permanecer latentes durante años. Si el sistema inmunitario no logra controlar la infección, se produce una forma activa de la enfermedad, entendiéndose por enfermedad las lesiones causadas por los bacilos de la tuberculosis. Si no reciben tratamiento, las personas con tuberculosis pulmonar pueden infectar a un promedio de entre 10 y 15 personas al año.

Tratamiento

Cuando se determina que una persona padece tuberculosis infecciosa, hay que administrar un ciclo completo de la dosis correcta de medicamentos antituberculosos, bajo la observación de un médico.

Hay que mantener ese tratamiento supervisado de forma regular e ininterrumpida durante 6-8 meses, incluida la observación directa de la toma del fármaco durante por lo menos dos meses.

El método de control de la tuberculosis recomendado internacionalmente es el denominado DOTS, una estrategia de bajo costo que podría prevenir millones de casos y de muertes por tuberculosis durante el próximo decenio.

Una enfermedad peligrosa

Según el Instituto Robert Koch (RKI), de la capital alemana, de Berlín, esta enfermedad infecciosa sigue siendo aún hoy la más frecuente en el mundo en jóvenes y adultos. Unas dos millones de personas mueren por año víctimas de la tuberculosis. Los expertos temen que a nivel mundial el número de enfermos continúe subiendo en los próximos años.

Su historia

La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas que afectan a los seres humanos. La llamada «peste blanca» causaba víctimas entre los antiguos egipcios y griegos, y devastó también en los siglos siguientes el norte de Europa. Era considerada una de las peores enfermedades y afectaba ante todo a los pobres en las ciudades.

Hace 125 años, el 24 de marzo de 1882, el médico alemán Robert Koch fue el primero en describir el agente patógeno: la bacteria Mycobacterium tuberculosis.

Hizo público su descubrimiento en un discurso que dio en el Instituto de Higiene ubicado en la Dorotheenstrasse 96 en Berlín, como lo recuerda una placa conmemorativa. Por su descubrimiento, recibió en 1905 el Premio Nobel.

Avances

Desde entonces se han lograron muchos avances. «Gracias a las mejores medidas de higiene y reglamentaciones legales, la cifra de enfermos bajó en muchos países considerablemente ya después de la Segunda Guerra Mundial«, según el secretario general del Comité Central alemán para la Lucha contra la Tuberculosis, Robert Loddenkemper.

«En los años 50 se desarrollaron finalmente antibióticos especiales, gracias a los cuales se pudo seguir limitando la propagación de la enfermedad«, añadió.

Además se descubrió que también los vacunos podían contraer la tuberculosis y contagiarla a los seres humanos. Con la introducción del proceso de pasteurización de la leche, la enfermedad sufrió un nuevo golpe.

Países afectados

Pese a lo anterior, la tuberculosis aún no ha sido derrotada. Ante todo países africanos, del sur y este de Asia, algunas naciones latinoamericanas y ex repúblicas soviéticas están fuertemente afectadas.

Según el Instituto Robert Koch (RKI) el 95 por ciento de los casos de tuberculosis se registran en países en vías de desarrollo. Los países industrializados tienen un riesgo mucho menor, pero no están exentos ante todo por la migración de las personas desde regiones en las que existen casos de tuberculosis.

«Uno de los problemas más grandes en la lucha contra la tuberculosis son las bacterias que son resistentes a varios o hasta a todos los medicamentos«, explicó Loddenkemper. Eso sigue manteniendo a los científicos en todo el mundo ante enigmas.

Porque aún cuando ellos pudieron combatir con éxito epidemias como la peste y el cólera, los científicos siguen sin poder vencer a la diminuta bacteria de la tuberculosis.

Particularmente en peligro están las personas cuyo sistema inmune está debilitado por el virus del sida. Así, en África, la tuberculosis es junto con el sida la causa más frecuente de muerte.

Investigaciones actuales

El objetivo de las investigaciones actuales es simplificar el diagnóstico así como elevar la efectividad de los medicamentos.

Uno de los científicos líderes en esta área es el inmunólogo y director del Instituto Max Planck de Biología Infecciosa en Berlín, Stefan Kaufmann. Él trabaja en un vacuna para proteger a los humanos ante la tuberculosis.

«La vacuna debe activar y fortalecer la propia defensa inmune del cuerpo«, explicó Kaufmann. Ya en la actualidad, sólo el 10 por ciento de los infectados desarrolla la enfermedad.

En otros casos, el cuerpo se puede defender con éxito del agente patógeno: cuando las bacterias son inhaladas a través del aire y llegan a los pulmones, son atrapadas por células especializadas (macrófagos) y quedan en el interior de la célula.

Sin embargo, las bacterias no mueren, sino que quedan adormecidas en el cuerpo y pueden desencadenar tuberculosis varios años después.

Eso es lo que se busca evitar con la nueva vacuna. Hasta que esté lista, puede pasar todavía bastante tiempo: como mínimo en 10 años, según estima Kaufmann, será lanzada al mercado un arma efectiva contra la tuberculosis.

Epidemia mundial de tuberculosis se estabiliza

La tuberculosis sigue siendo una de las mayores causas de mortalidad en todo el mundo, y dejó 1,6 millones de fallecidos en 2005, aunque la epidemia global se encuentra en el comienzo de su declive, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe Global de Control de la Tuberculosis de 2007.

«La incidencia de la tuberculosis y las cifras de mortalidad han caído con probabilidad durante varios años. El 2005, su incidencia se mantuvo estable o en descenso en las seis regiones de la OMS«, apuntó la organización.

Si se mantiene la tendencia a la baja en el desarrollo de la epidemia de tuberculosis, es probable que la Meta de Desarrollo del Milenio de lograr un descenso en el número de casos anuales de la enfermedad pueda quedar satisfecha varios años antes que el objetivo marcado para 2015, indicó la OMS.

Sin embargo, advirtieron que la cifra total de nuevos casos de tuberculosis todavía mantiene un alza lenta, debido sobre todo al incremento de la población mundial. En 2005, se registraron unos 8,8 millones de nuevos casos de tuberculosis, con 7,4 millones en Asia y el Africa subsahariana.

Día Mundial contra la Tuberculosis (24 de marzo)

Un 24 de marzo de 1882 el bacteriólogo alemán Robert Koch da a conocer en Berlín el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis. Para conmemorar aquel día, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el 24 de marzo como el Día Mundial contra la Tuberculosis. En 1982 se realizó el primer Día Mundial contra la Tuberculosis patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER). Este evento buscaba educar al público sobre las devastadoras consecuencias económicas y de salud causadas por la tuberculosis, su efecto en los países en desarrollo y su impacto continuo y trágico en la salud global.

¿Sabías qué?

– Cada segundo, en algún lugar del mundo se infecta con bacilos de la tuberculosis una persona.

– En términos generales, un tercio de la población mundial está infectada por bacilos de la tuberculosis.

– Un 5- 10% de las personas infectadas por bacilos de la tuberculosis enferman en algún momento de la vida.

Fuente: OMS


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