Las enfermedades pueden tener distintos orígenes, y según las causas que las provoquen se pueden clasificar en:
Infectocontagiosas
Son todas aquellas provocadas por microorganismos y, además, se contagian de una persona a otra.
Ejemplo: Gripe, rubéola y hepatitis
Carenciales
Son las que se producen por falta o deficiencia de algún principio nutritivo (alimentos fundamentales). Pueden afectar mayoritariamente a los niños, y en algunos casos a los adultos mayores (abuelitos).
Ejemplo: Raquitismo, que se produce por falta de vitamina D y calcio en la dieta.
Degenerativas
Son las que se producen por envejecimiento o deterioro de los órganos o estructuras. Es muy propia de los ancianos o personas mayores.
Ejemplo: Arteriosclerosis, producida porque las arterias se hacen más rígidas.
Profesionales
Son consecuencia de una profesión, oficio o labor de una persona.
Ejemplo: En el caso de los profesores, la afonía; y en el de los mineros, las enfermedades respiratorias.