Profundidades frías
El océano Ártico es uno de los más ricos en peces. Sus aguas no son tan heladas como se pudiera pensar, ya que pese a que sobre la superficie las temperaturas pueden superar los cuarenta grados Celsius bajo cero, en el agua el promedio es cero grado, lo que evita su congelamiento.
En primavera miles de mamíferos marinos (ballenas, focas y morsas) cruzan el estrecho de Bering -ubicado entre Alaska y el extremo oriental de Asia- para pasar el verano en las ricas aguas del Polo Norte. Mientras tanto, millones de aves marinas vuelan para nidificar en los deltas de los ríos Yukón y Kuskokwim, en Alaska.
La Antártida es cincuenta por ciento más grande que Estados Unidos y ocupa diez por ciento de la superficie terrestre del planeta. Está cubierta de hielo, de un grosor de hasta tres kilómetros, que contiene setenta por ciento de los recursos de agua dulce del planeta. Tiene el récor de la temperatura más baja del mundo, 82 grados Celsius bajo cero registrados en 1983, así como el de la velocidad del viento, 322 kilómetros por hora.
Sólo dos por ciento de su superficie no es hielo. En invierno los mares se congelan y el tamaño del continente se duplica.
Al contrario de sus zonas superficiales, donde la vida es escasa, en las aguas habita un gran número de organismos. Grandes cantidades de fitoplancton, que crecen con la luz en primavera y verano, son la fuente primaria de alimento para el krill, un pequeño crustáceo similar al camarón.
El krill constituye la principal fuente de alimentación de cinco especies de ballenas, tres especies de focas, tres especies de calamares y muchas aves, incluyendo los pingüinos.
En la Antártida existe una gran abundancia de peces, muchos de los cuales pertenecen al suborden Notothenioidea, cuyos fluidos corporales contienen moléculas anticongelantes, lo que les permite vivir a temperaturas cercanas al punto de congelamiento.
Durante los meses de invierno, las focas de Weddell viven permanentemente bajo el hielo, utilizando una especie de sonar para localizar su comida y regresar a los huecos en el hielo donde respiran. El pingüino emperador se reproduce a finales del verano, cuida sus huevos durante el invierno y las crías nacen en primavera, con lo que los polluelos se hacen independientes en el verano, cuando la comida es más abundante.
El número de focas y ballenas es mucho menor que hace unas décadas atrás.
Profundidades cálidas
Los arrecifes de coral ubicados en los mares cálidos, donde la temperatura media anual del agua es superior a los 20° C, constituyen verdaderas barreras frente a las costas, dando origen a un ecosistema formado por una gran variedad de especies de gran colorido.
Los arrecifes están formados de corales, que son invertebrados marinos muy primitivos pertenecientes al grupo de los celenterados, y que se caracterizan por tener un exoesqueleto o esqueleto externo de carbonato de calcio. Los corales suelen vivir en grandes colonias que agrupan a numerosos organismos denominados pólipos, que poseen ocho o seis tentáculos que les permiten capturar a sus pequeñas presas, pertenecientes al fitoplancton. A su alrededor, suelen tener algas pardas unicelulares llamadas zooxantelas, que proveen al coral de carbonato de calcio y almidones. A cambio, reciben de este nitrógeno y fósforo.
El crecimiento del arrecife está condicionado a la luz que reciba, que permite a las zooxantelas realizar la fotosíntesis. Las nuevas colonias de corales se desarrollarán sobre los esqueletos calcáreos (duros) de los anteriores, manteniéndose siempre en profundidades óptimas con relación a la temperatura del agua y la luminosidad.
Los arrecifes tienen dos vertientes: la que da a mar abierto, que es la zona de crecimiento, y la vertiente de la costa, de aguas tranquilas, donde se acumulan sedimentos que pueden dar lugar a otro tipo de sucesiones.
Amenazadas
Las ballenas han pasado a ser uno de los animales más perjudicados por la caza indiscriminada. Según Greenpeace, las fuertes presiones económicas de los países que comercializan ballenas, Japón y Noruega principalmente, continúan disminuyendo sus poblaciones a causa de la caza, aumentando la amenaza de su extinción.
De acuerdo a esta institución, Chile es considerado una importante ruta migratoria, pues el setenta por ciento de las ballenas pasan por nuestras costas. Se consideran en peligro de extinción las especies de ballenas Azul, Azul Pigmea, Aleta, Sei, Bryde, Minke, Jorobada, Franca, Gris, Cachalotes y Orcas.
Actualmente todas estas especies están protegidas por la Comisión Ballenera Internacional y por la CITES (Convención Internacional de Tráfico de Especies en Peligro de Extinción). Sin embargo, Greenpeace señala que ni Japón ni Noruega respetan estas medidas y cazan más de mil ballenas al año.
Para investigar
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