El horizonte, es decir, la línea aparente que separa la tierra del cielo, solo nos permitirá ver la mitad de esta bóveda.
Después de cinco o diez minutos, los ojos se acostumbrarán a la oscuridad y distinguirán a simple vista varios miles de estrellas. Luego, posiblemente tenderán a agruparlas y a asociarlas con algún objeto o personaje (tal como se asocia la forma de las nubes con animales o cosas). Así lo hicieron los pueblos antiguos, construyendo historias relacionadas con los cielos.
Estas agrupaciones o configuraciones es lo que llamamos constelaciones y se las usa en astronomía como una manera cómoda de parcelar el cielo.
Actualmente, se reconocen 88 constelaciones en el firmamento y sus contornos o límites fueron establecidos por un acuerdo adoptado en 1928 por la Unión Astronómica Internacional. Las treinta constelaciones situadas al norte del Ecuador, más las diez cortadas por este, recibieron sus nombres de los astrónomos babilonios y griegos, y fueron las únicas conocidas en la Antigüedad y Edad Media.
Las 48 constelaciones ubicadas al sur del Ecuador sólo se observaron a partir del siglo XVI, cuando los descubrimientos geográficos llevaron a los navegantes europeos más al sur de la línea ecuatorial. Sólo entonces recibieron sus nombres.
Las constelaciones son en el cielo como los países o regiones sobre la Tierra. Si se dice que Chile está en América del Sur, eso da una primera idea sobre su ubicación, descartando todos los otros continentes Para saber exactamente dónde está Chile se necesitará un mapa, pero al menos no se lo buscará en el mapa equivocado. Igualmente, si se dice que la estrella Aldebarán está en la constelación de Tauro, eso da una idea aproximada de su ubicación, descartando de inmediato 87 otras constelaciones.
Las constelaciones, según su localización en la bóveda celeste, se dividen en los siguientes grupos:
Constelaciones circumpolares norte: las que se encuentran alrededor del polo norte celeste: Camelopardalis, Cassiopeia, Cepheus, Draco, Lacerta, Lynx, Ursa Major y Ursa Minor.
Constelaciones del hemisferio norte: Andromeda, Auriga, Bootes, Canes Venatici, Coma Berenices, Corona Borealis, Cygnus, Hercules, Leo Minor, Lyra, Pegasus, Perseus, Sagitta, Triangulum y Vulpecula.
Constelaciones ecuatoriales: son las que se encuentran sobre la línea del ecuador celeste: Canis Minor, Cetus, Delphinus, Equuleus, Monoceros, Ophiuchus, Orion, Scutum, Serpens y Sextans.
Constelaciones zodiacales: Las que se encuentran sobre la eclíptica: Aries, Tauro, Gemini, Cancer, Leo, Virgo, Libra, Scorpius, Sagitarius, Capricornus, Aquarius y Pisces.
Constelaciones del hemisferio sur: Antlia, Caelum, Canis Major, Centaurus, Columba, Corona Australis, Corvus, Eridanus, Fornax, Hydra, Lepus, Lupus, Microscopium, Piscis Austrinum, Puppis, Pyxis y Sculptor.
Constelaciones circumpolares sur: las que se encuentran alrededor del polo sur celeste: Apus, Ara, Carina, Chamaeleon, Circinus, Crux, Dorado, Horologium, Hydrus, Indus, Mensa, Musca, Norma, Octans, Pavo, Phoenix, Pictor, Reticulum, Telescopium, Triangulum Asutralis, Tucana, Vela y Volans.
Algunas constelaciones
El zodíaco
Tal vez las constelaciones más famosas son aquellas por las que parece pasearse el Sol en su curso anual y por donde también transitan la Luna y los planetas. Son doce y forman una franja o zona que, desde el tiempo de los babilonios (es decir, siglos antes de nuestra Era), se conoce como el Zodíaco (término derivado del latín zodiacus, y este del griego dsodiakós).
En la época de los babilonios, el Sol entraba en cada constelación el 21 de cada mes (de ahí que los populares horóscopos abarquen desde el 21 de un mes hasta el 20 del mes siguiente). Así, entraba en Aries el 21 de marzo; pero en la actualidad el Sol está en Acuario el 21 de marzo.
En su curso anual aparente entre las estrellas, el Sol describe una órbita o círculo máximo que se llama eclíptica, término que en griego significa ‘línea de oscuridad’, pues la Luna debe estar sobre ella para que se produzcan los eclipses. El Zodíaco es una franja que comprende o incluye a la eclíptica. (Se habla de curso anual o aparente o movimiento aparente del Sol y las estrellas porque estas, para los efectos prácticos, están quietas, siendo el movimiento de la Tierra en torno al Sol el que nos hace verlos trasladándose de un punto a otro).
Osa Menor
Quizá la Osa Menor sea de las constelaciones más populares entre la mayoría de la humanidad en general desconocedora del entorno en que se mueve el Planeta Aire, Agua y Tierra en el que estamos. Podemos localizar la Osa Menor orientándonos hacia el norte y elevando la vista tantos grados según la latitud en la que estemos en la esfera que es el Planeta.
La principal estrella de la Osa Menor es la muy nombrada Estrella Polar. Esta está en el extremo de la constelación, y en el otro extremo está la estrella Kochab. La otra estrella significativa se llama Pherkad. La Estrella Polar funciona como punto fijo de una aguja cuyo extremo es la estrella Kocha
La Osa Mayor
La Osa Mayor es probablemente una de las constelaciones más emblemáticas del Hemisferio Norte.
Situada en la mitad norte del Hemisferio Celeste y relativamente cerca del Polo Norte contiene las siete estrellas que le dan la característica forma de «cazo». (The Big Dipper).
Esta constelación conocida popularmente como El Carro, es muy fácil de identificar y claramente visible desde nuestras latitudes.
La Osa Mayor es la clave para identificar la estrella Polar y como curiosidad podemos también apuntar, que la estrella Mizar fue la primera estrella doble visible descubierta.
La constelación de la Osa Mayor está relacionada o identificada con los siete Richis creadores (Constructores o Procreadores), que son las almas que animan las siete estrellas que la constituyen.
Orión
Orión es, sin duda alguna, la constelación más impresionante del cielo. A mitad de enero culmina hacia las 22 h, hora local. Los observadores situados en el ecuador la ven entonces en el cenit. El ángulo superior izquierdo de la fotografía presenta densos campos estelares: el plano galáctico pasa cerca.
En Orión se encuentran varios objetos interesantes y famosos, como la Gran Nebulosa de Orión M 42/43 y la Nebulosa Cabeza de Caballo (en IC 434). La estrella más brillante es Rigel (Beta Orionis), visible abajo a la derecha. Lo habitual es dar nombres a las estrellas de una constelación siguiendo el orden de intensidad, pero aquí es Betelgeuse, la segunda en brillo, la que recibe el nombre de Alpha Orionis (arriba a la izquierda, en el ‘hombro’ de Orión).
