La educación física se enseña normalmente en las escuelas desde la infancia hasta el nivel de educación media y en algunos países es una parte importante del currículo. Está en relación con los deportes organizados, la gimnasia y la danza.
La educación física es un eficaz instrumento de la pedagogía, por cuanto ayuda a desarrollar las cualidades básicas del hombre como unidad bio-sico-social. Contribuye al accionar educativo con sus fundamentos científicos y sus vínculos interdisciplinarios apoyándose entonces en la filosofía, la psicología, la biología, etc.
Actúa determinantemente en la conservación y desarrollo de la salud, ayudando al ser humano a ajustar pertinentemente las reacciones y comportamientos a las condiciones del mundo exterior. Específicamente, en el adolescente, ayuda a sobrellevar las agresiones propias de la vida cotidiana y del medio y a afrontar el presente y el futuro con una actitud positiva.
Con la educación física las personas comprenden su propio cuerpo, sus posibilidades, conocen y dominan un número variado de actividades corporales y deportivas, de modo que en el futuro puedan escoger las más convenientes para su desarrollo y recreación personal, mejorando a su vez su calidad de vida por medio del enriquecimiento y disfrute personal y en relación a los demás.